Madrid. La actual crisis es, sobre todo, de confianza, pero también de liquidez. Y ese factor es, precisamente, el que está dando al traste con numerosas operaciones. La última en enfriarse es la que tiene como reclamo a la gestora de patrimonios del Santander, que no halla un comprador para ella ni a tiros. Según fuentes consultadas por elEconomista, aunque ni mucho menos el banco tiene pensado desistir en su intento por desprenderse de ella, la profunda carestía de liquidez ha llevado a que, por ahora, no se haya presentado un candidato que satisfaga las expectativas del banco. Nombres como Templeton, JP Morgan o State Street Bank han estado alguna vez sobre el tapete, pero con escaso éxito. La cifra que se había manejado para cerrar la operación oscilaba entre los 2.500 y los 3.000 millones, pero éstas podrían verse reducidas dado que no son buenos tiempos para la lírica: el patrimonio gestionado por la entidad que preside Botín se ha reducido en cerca de 20.000 millones durante el último año, donde ha pasado de acaparar una cuota de mercado de casi el 30 por ciento a ni siquiera llegar al 20, según los últimos datos ofrecidos por Inverco, la patronal del sector. Además de este contratiempo, el grupo de origen cántabro también tiene problemas para colocar tanto su división de seguros como su participación en Cepsa, que alcanza el 36 por ciento en asociación con Unión Fenosa. El Santander pretendía obtener 5.000 millones, pero el fondo de Abu Dhabi sólo estaba dispuesto a desembolsar 4.300. En cualquier caso, no hay preocupación en el banco rojo, dado que son seguras para 2008 las plusvalías de la Ciudad Financiera (600 millones) y el traspaso de la filial venezolana, aún sin concretar. Asimismo, se tiene la certeza de que, antes o después, caerán fondos y seguros, así como el paquete de Cepsa.