Los analistas temen que tarde 7 u 8 años en vender todo el ‘ladrillo’La digestión del ladrillo ocupará al Popular más tiempo y recursos de los esperados. Los analistas de Citigroup estiman en 2.500 millones de euros el déficit de provisiones y en 3.000 millones el de capital, que deberá aún encarar para subir las dotaciones de los inmuebles hasta un umbral que le permita deshacerse de ellos a un ritmo muy superior al mantenido hasta ahora. A pesar de este desafiante diagnóstico, el banco de inversión es optimista y ha puesto al valor la recomendación de comprar, con una expectativa de revalorización del 40 por ciento, convencido de que sufre un castigo excesivo. Conforme a sus cálculos el mercado está descontando que debe ampliar capital en 5.000 millones, frente a los 3.000 que Citigroup estima necesarios. Los analistas son menos optimistas sobre el desagüe de ladrillo. A pesar de que el proyecto Sunrise permitirá desconsolidar 6.000 millones de euros en activos inmobiliarios, creen que el Popular tardará siete u ocho años en limpiar el balance de activos improductivos. Su previsión es que el ratio de morosidad, situado en el 17,1 por ciento en 2015, se mantenga aún en el 8,9 por ciento hacia 2020. Entre los catalizadores positivos para fijar un precio objetivo de 1,3 euros frente a los 0,9 en los que se mueve ahora, cita, sin embargo, la expectativa de que, con la llegada de Emilio Saracho, el banco logre una gerencia fuerte y un consejo con más independientes que le permita acelerar las ventas de inmuebles. En su informe Citigroup analiza una potencial fusión, con la conclusión de que el impacto más negativo en capital lo sufrían Caixa y Bankia, pero también conseguirían el mayor aumento en beneficio por acción. Las mayores sinergias las ve en Santander al ser su mayor competidor en pymes, mientras que BBVA diversificaría su cartera. Absorber el Popular les implicaría ampliaciones entre 5.700 millones -a CaixaBank- y 11.000 millones, a Santander, según sus cálculos.