La caída de la innovación en España en el gran consumo ha tenido un efecto inmediato en el empleo y la facturación del sector. La asociación Promarca presentó ayer un estudio elaborado por KPMG según el cuál, tras el análisis de 22 categorías de productos, el sector “podría haber crecido en más de 1.100 millones de euros y se podrían haber generado más de 8.100 empleos más” si no se hubiera producido una caída de la innovación como la que ha tenido lugar desde 2012. El informe concluye que “la innovación no solo incrementa las ventas del producto innovador, sino que provoca un efecto arrastre al aumentar las ventas del resto de productos no innovadores dentro de la misma categoría”. El presidente de Promarca, Ignacio Larracoechea, explicó que las categorías analizadas suponen la mitad aproximadamente de la innovación que se hace en España, por lo que el efecto sobre el total del mercado podría ser de 2.200 millones en total. Larracoechea culpó de la caída de la innovación a empresas como Lidl, Mercadona o Dia, que no referencian los productos en sus tiendas.