Rosa García, presidenta de Siemens España, avisa a las empresas de que el futuro pasa por “transformarse”“Digitalización o muerte”. La presidenta de Siemens España, Rosa García, tiene claro que el futuro de todas las empresas, desde las más pequeñas a las más grandes, pasa por adaptar todos sus procesos productivos a las nuevas tecnologías, hasta llegar a eliminar la barrera entre lo físico y lo virtual. Y es que la digitalización se ha convertido en un tsunami que las compañías tiene que aprender a surfear si no quieren desaparecer ante él. “La rápida transformación digital supondrá un cambio constante al que las empresas tendrán que adaptarse continuamente”, aseguró en esta misma línea, Hilario Albarracín, presidente de KPMG España, durante la celebración de un desayuno empresarial organizado por elEconomista y patrocinado por la firma de servicios profesionales. A pesar de que el proceso es imparable y la revolución digital es ya una realidad, está suscitando muchos recelos entre los empresarios y sindicatos. En un país donde el número de desempleados supera los 3,7 millones, una de las principales preocupaciones viene de la mano de la destrucción de empleo y de la posibilidad de que los robots puedan sustituir a las personas en sus tradicionales puestos de trabajo. En este sentido, la presidenta de Siemens España se mostró tajante ayer y aclaró que “la digitalización no destruirá empleos, sino que obligará a crear puestos de trabajo más cualificados”. Por ello, el principal pilar sobre el que debe apoyarse esta transformación de las compañías españolas es la educación, pero tanto a nivel de las empresas como a nivel gubernamental. Durante el desayuno informativo organizado por elEconomista y con el patrocinio de KPMG, la número uno de Siemens en España señaló las cuatro claves fundamentales de esta formación 4.0. La primera de ellas es crear un sentido de emprendedurismo, por lo que el Gobierno debe facilitar a las empresas pequeñas el acceso a los investigadores y expertos. Además, se debe introducir muchos más conocimientos digitales en los colegios, como programación, y fomentar la formación dual en el país: no sólo vale con incluir los contenidos adecuados, sino que los estudiantes deben dedicar mucho tiempo a ponerlos en práctica también. En último lugar, Rosa García también destacó la necesidad de enseñar a las compañías lo importante que es seguir formándose e incrementar las inversiones en esta materia. Al hilo de esto, la presidenta de Siemens aclaró también que el primer paso que tiene que dar una empresa a la hora de digitalizarse es “contratar a la persona adecuada, que conozca los temas tecnológicos y que esté pegada a la economía real”. Todo gira en torno al cliente La digitalización no sólo consiste en transformar los procesos productivos de las compañías para mejorar su funcionamiento, sino que debe formar parte de su estrategia corporativa para centrar sus esfuerzos de crecimiento a través de las necesidades de los clientes. “Esto no va sólo de tecnología, va mucho de conocer el mercado, de cómo afecta al cliente y de crear un plan integral de transformación de la compañía”, añadía la presidenta de la multinacional. En este sentido, llama la atención que sólo un 38 por ciento de las compañías españolas tiene una estrategia digital -según un informe elaborado por Siemens y la consultora Roland Berger- pese a que esta transformación ayuda a las empresas a ser un 10 por ciento más productivas. Es más, las firmas ya digitalizadas son capaces de exportar el doble, reducir sus costes y duplicar la creación de empleo respecto a las que no han iniciado este proceso. Otra de las ventajas que aporta la transformación digital al país es a nivel macroeconómico, ya que podría implicar un incremento de 120.000 millones de euros sobre el VAB (Valor Añadido Bruto) en 2025. “La digitalización proviene de un cambio que hoy en día es el motor de la economía: el cliente, que exige productos más personalizados y complejos”, explicaba García. Por su parte, el presidente de KPMG, Hilario Albarracín, señaló durante su discurso que “la revolución digital es un proceso imparable, no cabe la opción de no transformarse”. Al hilo de esto, el presidente de esta firma de servicios profesionales indicó cinco claves básicas que marcarán la transformación digital: omnicanalidad, integración del ecosistema digital, capacidad para analizar datos y extraer valor -una de las apuestas más destacadas de KPMG- , potenciar la realidad aumentada y sistemas cognitivos. Impulsar la industria 4.0 Sin embargo, la adaptación a estos cambios no está llegando a todas las compañías por igual y las empresas españolas todavía tienen mucho que hacer para alcanzar una posición destacada entre las principales economías del mundo y escalar desde el puesto 45, que ocupa nuestro país en la actualidad. En este sentido, la presidenta de Siemens España, Rosa García, denunció que “nuestro país ocupa un lugar preocupante en cuanto a digitalización”. “Las empresas tienen que ser conscientes de que aumentar las inversiones en esta materia les ayudará en la diferenciación de sus productos”, añadió García. Durante este evento -al que asistieron también la secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela, y la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno vasco, Arantxa Tapia- la presidenta de Siemens puso como ejemplo a su compañía para demostrar la importancia de la apuesta por el desarrollo digital. La multinacional ha ido aumentando su inversión en I+D incluso en la época de crisis, cuando su desembolso para innovación se incrementó un 25 por ciento. “Hemos tenido que cambiar la cultura de una empresa plenamente industrial a una donde sabemos que lo fundamental es la rapidez y cubrir las necesidades de los clientes. Ahora tenemos unas 18.000 personas dedicadas a la ingeniería de software. Sólo aquel que es capaz de tener el mejor producto o aquel que demanda las necesidades de los clientes, permanecerá en el mercado”, argumentó García. Además, la número uno de Siemens se mostró crítica con las empresas y denunció que “no invierten lo suficiente en I+D”. “En Alemania, las compañías invierten en innovación dos tercios del total, frente al tercio que destina el Gobierno. En España, el porcentaje es al revés”, explicó García. A pesar de reclamar a las empresas que sean más activas en investigación, no dejó pasar la oportunidad para señalar al Ejecutivo el camino que puede seguir para facilitar la tarea a las pymes, que son la que tienen más problemas para apostar por las nuevas tecnologías. Así, la presidenta de Siemens España reclamó que el Gobierno facilite el acceso de las pequeñas y medianas empresas a los investigadores y expertos que ya se dedican a desarrollar tecnologías. “Hacer más fácil la relación entre la pyme y la universidad para hacer más fácil la generación de patentes”, sentenció. En este punto, el sector ha reclamado en más de una ocasión que los centros de investigación apuesten por desarrollar activos que beneficien a la industria, a la economía real. Aun con todo, la presidenta de Siemens se mostró optimista sobre el avance en la transformación digital y declaró que cree “en nuestro país y en los españoles. Cuando nadie daba casi nada por nosotros en plena crisis, demostramos que sabíamos hacer las cosas y las sabíamos hacer bien”. La confianza de Siemens en España viene desde antes de la Guerra Civil y su hoja de ruta incluye más inversiones en todas las regiones españolas. En este punto, la firma ha aprobado su fusión entre iguales con la multinacional española Gamesa y tiene centros de investigación en nuestro país.