Los dos líderes socialistas abogan por una mayor flexibilidad para crear empleomadrid. Fomentar un mayor espíritu empresarial y de riesgo, apostar más por la Investigación y el Desarrollo (I+D) y potenciar la educación universitaria, fueron algunas de las quejas que empresarios españoles y británicos trasladaron ayer al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, y al primer ministro inglés, Tony Blair, quien ayer concluyó su primera visita oficial a España desde que su homólogo español está al frente del Gobierno. Pero las críticas más duras se centraron en la falta de liberalización del sector energético europeo.Según fuentes oficiales, la mayoría de las intervenciones de los 17 directivos que se vieron las caras con Blair y Zapatero coincidieron en criticar la sobrerregulación del mercado eléctrico de los Veinticinco y la excesiva burocracia que caracteriza a la Unión Europea. En este sentido, abogaron por estudiar los sectores donde la UE ha tenido éxito y trasladar las recetas a aquellos donde la cosa no va tan bien.La lista de participantes contó con los grandes del sector empresarial español: los presidentes de Abengoa, Javier Benjumea; Acciona, José Manuel Entrecanales; Grupo Casa, Francisco Fernández Sáinz; Ferrovial, Rafael del Pino; Grupo Antolín, Elena Antolín; Indra, Javier Monzón; SCH, Emilio Botín; Telefónica, César Alierta, Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y Sacyr Vallehermoso, Luis del Rivero, acudieron a este encuentro.Por el lado británico, estuvieron presentes altos directivos de compañías como British Airways, Vodafone, Barclays, British Petroleum y British Telecom, entre otras.Este elenco de empresarios también abogó por imitar el ejemplo norteamericano en muchos campos, como el I+D, para que en Europa también se destine el 3 por ciento del PIB a esta materia.Blair y Zapatero, según las mismas fuentes, respaldaron las propuestas de los empresarios, si bien el líder británico recordó que la UE siempre ha tenido "dificultades" para adaptarse a los cambios.En una posterior declaración ante los medios de comunicación, los dos líderes socialistas apostaron por una mayor flexibilidad en el mercado laboral europeo como fórmula para crear empleo y como medio para hacer de Europa una región capaz de competir en un futuro próximo con grandes potencias como EEUU, China e India.