Madrid. La estrategia de la familia Sanahuja de judicializar la batalla por controlar Metrovacesa le ha salido mal a la saga catalana, que controla el 29 por ciento de la inmobiliaria española. Tales augurios se confirmaron de nuevo. El Juzgado Mercantil número 6 de Madrid desestimó las medidas cautelares que solicitaron los Sanahuja para paralizar la emisión de obligaciones convertibles en acciones que Metrovacesa prevé efectuar por un valor de entre 1.000 y 2.000 millones de euros, según informaron fuentes jurídicas a elEconomista. Con esta decisión, la familia catalana guarda ya en el bolsillo tres desestimaciones judiciales y otros tres recursos administrativos.La junta de accionistas de Metrovacesa aprobó el pasado 26 de junio la emisión de obligaciones, con el fin de refinanciar la deuda contraída por la empresa, a raíz de la compra de su filial, Gecina. Los accionistas de la compañía no tienen opción a suscribirse a esta medida, y, por eso, sus participaciones en el capital se verán reducidas.Razones de los dos rivales Por esa razón, los Sanahuja decidieron interponer una demanda en el juzgado para paralizar la operación. ¿Los motivos? La emisión de obligaciones es "incoherente" y "contradictoria" con la estrategia financiera de la entidad. Es decir, los promotores temen que esas obligaciones convertibles en acciones caigan en gente afín a su rival, Joaquín Rivero, presidente de Metrovacesa. Un movimiento que haría perder terreno a los Sanahuja en el capital de la inmobiliaria en favor de Rivero.Las razones del presidente de Metrovacesa se ajustan a lo puramente económico. Rivero argumenta que la emisión se enmarca en un programa de refinanciación del préstamo logrado para comprar Gecina. Esta medida, a su juicio, permite reducir el coste medio financiero de la compañía, así como su dependencia respecto a las entidades financieras. El hecho de que se excluya a los actuales accionistas de acceder a esta emisión responde también a cifras económicas: se reduce el precio de las comisiones y es una operación más rápida.Una vez oídas las dos partes, el juzgado ha decidido darle la razón a medias al presidente de Metrovacesa. En una primera lectura, el magistrado considera que la emisión resulta adecuada a las necesidades financieras de la inmobiliaria, y, también, neutral, de manera que no beneficia a unos en perjuicio de otros, según aseguraron las fuentes a este diario. El juez cree necesaria esta operación, al ser la mejor solución alternativa.Este fallo puede ser un respaldo para la futura gestión del presidente de Metrovacesa. Rivero ha señalado en varias ocasiones que en sus planes se encuentra efectuar ampliaciones de capital, pero excluyendo a los accionistas de estaz operaciones. Un caso similar al de las emisiones de obligaciones. ¿El motivo de esa medida? Dar liquidez a la compañía, que tras las opas rivales que existían sobre ella, el porcentaje de free-float (acciones que cotizan libremente en el mercado) es escaso (20 por ciento).A su vez los Sanahuja han reiterado por activa y por pasiva que no tolerarán que el presidente de Metrovacesa lleve a cabo operaciones que diluyan su participación en el capital. Caso que se daría si se efectúan las ampliaciones de capital sin suscripción preferente. La saga amenazó con elevar a los tribunales esas medidas financieras. Ahora los promotores catalanes deben sopesar si judicializar algunas cuestiones de financiación futura de Metrovacesa, ya que este último fallo del juzgado mercantil ha sentado un precedente.