La Generalitat de Cataluña quiere evitar a toda costa la subida del precio del agua en alta que propone la concesionaria Aigües Ter-Llobregat (ATLL). Acciona es la empresa que controla ATLL, que capta el agua de los ríos, y considera que en 2017 tendría que cobrarla un 4,6 por ciento más cara. Consciente de que esta subida afectaría a las compañías que suministran el agua a los usuarios (ya que la compran a ATLL), y por ende, a sus clientes, que verían como su factura corriente se les triplica, la Generalitat ha decidido llegar a un acuerdo. Las arcas públicas catalanas absorberán esta subida mediante el aplazamiento de un pago que Acciona debía hacer a la Generalitat en 2017. Si la empresa de los Entrecanales tiene que pagar 15,6 millones de euros anuales por el canon de concesión de ATLL, este próximo año sólo pagará 8,6 millones. Esos 7 millones de diferencia, según el acuerdo, los pagaría Acciona en 2018, y se sumarían al pago anual corriente de 15,6 millones. Sucede que en dos años, la sentencia por la concesión irregular de ATLL a Acciona ya estará dictada, y la Generalitat espera que a su favor para volver a gestionarla ella misma.