Examinará y recortará los gastos de la línea para “reducir el déficit resultante de la explotación realizada por TP Ferro”El Ministerio de Fomento se carga de razones para no indemnizar a TP Ferro con 485 millones de euros por la resolución anticipada de la concesión de la línea de Alta Velocidad que une Figueres (España) y Perpignan (Francia). Por un lado, el ministro Íñigo de la Serna y su homólogo galo consideran que la firma de ACS y Eiffage es la que “ha incumplido el contrato” al abandonar el túnel antes de tiempo y, por el otro, ambos Estados han criticado la gestión llevada a cabo por la compañía hispano francesa que, en los tres años que ha operado la línea no ha conseguido equilibrar los gastos y los ingresos (entre 2014 y 2015 acumuló unas pérdidas de 132,4 millones de euros). Así, en el nuevo convenio “para la explotación y mantenimiento” de túnel que pasa bajo los Pirineos, España y Francia encargan a Línea Figueres Perpignan SA, formada por Adif y la gala SNCF, que “revisen y ajusten” el modelo de explotación implantado por TP Ferro para frenar las pérdidas. “El proveedor de servicios examinará en profundidad los gastos de explotación y mantenimiento de la Sección Internacional y hará sus mejores esfuerzos para reducir el déficit estructural resultante de la organización de la explotación anteriormente llevada a cabo por TP Ferro”, recoge el convenio firmado el pasado 19 de diciembre entre España y Francia, que entró en vigor un día después. El objetivo es que los costes se cubran con el canon que se cobra a los trenes que lo utilizan. La reestructuración del modelo de explotación incluye la “revisión de la organización y las condiciones de trabajo de los empleados” (unos 88) y abre la puerta a “aplicar los ajustes necesarios para optimizar los gastos”. La firma de ACS y Eiffage nunca llegó a ingresar más de 9,9 millones al año (en 2016 la cifra prevista baja a los 8,9 millones) y los gastos de explotación suman más de 11,1 millones de euros , por lo que no consiguió generar los ingresos suficientes para cubrir su gastos y pagar la deuda de 395 millones. A su vez, España y Francia afrontan una factura de 11,7 millones de euros por los gastos relacionados con la asunción del túnel. El importe corresponde al coste que supondrá a los dos Estados hacerse cargo del túnel y explotarlo durante los cuatro próximos años.