El Parlamento italiano aprobó ayer el fondo de 20.000 millones para evitar la quiebra de la entidad financieraEl Parlamento italiano dio ayer su visto bueno para la asignación, a costa de la deuda pública, de 20.000 millones de euros para rescatar la banca transalpina, contando con el apoyo también de uno de los principales partidos de oposición, Forza Italia, de Silvio Berlusconi, tras el fracaso de la ampliación de capital de Monte de Paschi. El Gobierno presentará mañana el decreto en el que explicará los detalles de la intervención. De momento, la única certeza es que serán los particulares quienes pagarán el rescate del tercer banco italiano. A la espera de que se concluya hoy la ampliación de capital, ayer se cerró el plazo para el canje de deuda por acciones de la entidad: los primeros datos indican una participación menor al 50 por ciento, es decir, una recaudación inferior a los 1.000 millones. Sin embargo, MPS, para evitar el rescate, necesitaba recaudar mucho más a través de esta operación (que involucraba a 40.000 pequeños inversores con una recaudación potencial de 2.000 millones). El banco había obtenido poco más de 1.000 millones en la primera fase del canje, reservada a los institucionales, y sigue necesitando por lo menos 3.000 millones más para salir adelante y completar la cesión de 27.000 millones de créditos dudosos, impuesta por el BCE. De ser así, la única solución sería una intervención publica. Sin embargo, antes del rescate, tal y como ha recordado MPS, “los inversores tienen que considerar que, conforme a la comunicación de la CE sobre (…) las medidas de soporte a los bancos en el contexto de la crisis financiera, antes de otorgar a un banco cualquier tipo de ayuda pública para la reestructuración (…) deberían haberse agotado todas las medidas que generan capital, entre otras el canje de la deuda de la entidad”. Los particulares que poseen deuda subordinada y no han participado en el canje, podrían verse obligados a convertir sus bonos en acciones, tal y como prevén las reglas europeas del bail in. Y si el canje voluntario garantizaba una tasa de conversión bastante generosa (entre el 85 y el 100 por ciento del valor nominal), el canje forzoso podría anular el valor de los bonos. Tal y como afirmó el Banco de Italia a finales de 2015, “es necesario, antes que todo, reducir el valor de las acciones y de los bonos subordinados hasta que hay pérdidas del banco por cubrir. La consecuencia es que si las pérdidas superan aquel valor, éste tendrá que ser ajustado a cero”. En su intervención ante el Parlamento, Padoan ha asegurado que el impacto sobre los particulares “será minimizado”, subrayando sin embargo que la intervención “tendrá en cuentas los márgenes” previstos por las normas europeas. Malas perspectivas Pero el Gobierno italiano no tiene mucho tiempo: la asignación de 20.000 millones de recursos públicos para la intervención no ha servido para que los inversores cambiasen de opinión y ayer MPS volvió a caer en bolsa. Y de hecho, según explican los analistas financieros consultados por Bloomberg, la banca italiana podría necesitar más del doble para cubrir las pérdidas relacionadas con los créditos dudosos, es decir unos 52.000 millones. Mientras tantob el banco sigue sufriendo un salida masiva de depósitos: desde enero se han esfumado 20.000 millones y 2.000 millones se han volatilizado justamente después del referéndum del 4 de diciembre. Monte dei Paschi avisó en una nota que, por el “deterioro de las condiciones”, los 10.600 millones de liquidez que tenía al 16 de diciembre podrían reducirse hasta llegar a los 200 millones dentro de cuatro meses.