L a Navidad es la época favorita del año para muchas personas por su carácter familiar, de descanso y, como no, de diversión, pero si hay algo por lo que también se caracterizan estas fiestas es por el incremento del gasto energético. El consumo medio de luz y de gas en los hogares españoles se dispara en estas fechas, porque cambia el patrón de uso de las viviendas. Pasamos más tiempo en casa, lo que supone un mayor uso de los electrodomésticos y de la calefacción y las engalanamos con múltiples adornos navideños que mantenemos encendidos varias horas al día y que incrementa un 3 por ciento el consumo de luz. Estas costumbres hacen que el gasto de energía en los hogares aumente considerablemente. Según revela un estudio reciente elaborado por la comercializadora de electricidad Podo, el consumo medio diario de luz en los hogares españoles en estas fiestas puede llegar hasta los 9,43 kilovatios hora, lo que supone un incremento en la factura de la luz del mes siguiente, coincidiendo con la temida “cuesta de enero”. Quizá la cifra dada en kilovatios hora pueda parecer insignificante y despistar a más de uno, pero si establecemos el equivalente a nivel porcentual, el gasto en electricidad solo en Navidad se incrementa en un 20 por ciento respecto al gasto medio habitual, lo que supone un total de 150 millones de euros, según recoge el estudio. Evitarlo es complicado, pero quizá sea el momento de apostar por un consumo más responsable -que podría suponer un ahorro de en torno al 12 por ciento de media- y controlarlo de forma eficiente -en cuyo caso la factura podría reducirse hasta un 30 por ciento-. Una buena forma de empezar -tal y como ya se viene haciendo- es sustituir las antiguas luces de navidad por unas con tecnología led, que no solo consumen hasta un 80 por ciento menos, sino que también reducen las emisiones de CO2 en un 80 por ciento, alcanzan más horas de luz y producen menos calor. La calefacción es otra de las razones por las que sube el consumo energético durante las fiestas de navidad, coincidiendo además con la llegada del invierno. Mantener la temperatura entre 18 y 22 grados, bajar la calefacción cuando haya mucha gente concentrada en una misma sala y apagarla si vamos a pasar varios días fuera de casa, ayuda a controlar el consumo. El uso eficiente de los electrodomésticos también reducen el gasto. Cocinar con las cacerolas tapadas y utilizar ollas expres reducen el tiempo de preparación de los alimentos y se pueden conseguir ahorros del 25 por ciento de energía. El horno también es un buen aliado, sobre todo si cocinamos varios platos a la vez, pero hay que evitar abrirlo cada dos por tres, porque cada vez que lo hacemos se pierde un mínimo del 20 por ciento de la energía acumulada en su interior. No introducir alimentos calientes en el frigorífico, poner el lavavajillas cuando esté lleno y apagar los aparatos evitando dejarlos en stand-by, también ayudan a reducir el consumo de energía. Cataluña, la que más consume El incremento del gasto energético en Navidad varía considerablemente en cada Comunidad Autónoma. El análisis realizado por Podo a 660 hogares arroja diferencias muy significativas entre unas regiones y otras debido a múltiples factores, entre los que se encuentran la diferencia de clima, los usos y costumbres y cómo se mueve la población en esta época del año. El mayor incremento de consumo de electricidad, según el estudio de Podo, se produce en los hogares de Cataluña, Castilla y León, Galicia y Aragón con un incremento medio del 27 por ciento, todo lo contrario a lo que sucede en Canarias, La Rioja, Murcia y Baleares, regiones en las que este incremento no supera el 11 por ciento. También existen diferencias llamativas por provincias. Las que más electricidad consumen son Lleida y Palencia, con un incremento del 40 por ciento y las que menos Cádiz, Almería y Las Palmas, con un incremento de sólo el 7 por ciento.