Las grandes compañías españolas de construcción e infraestructuras juegan en la liga internacional y, aunque el contexto económico nacional condiciona su cantera y su preparación, el rendimiento en las competiciones internacionales sigue dando lustre al palmarés de la marca España. En 2015, las grandes constructoras fueron capaces de sobreponerse a la sequía de proyectos nacionales y, sólo en los tres primeros meses del año, las principales cotizadas entonces (ACS, Ferrovial, OHL, Acciona, FCC y Sacyr) acumulaban más de 70.000 millones de euros en contratos fuera de casa, un 5 por ciento más que el año anterior, con obras que representan el 87 por ciento del total de su cartera en construcción e infraestructuras en los cinco continentes. No ha sido una solución a la sequía de proyectos e inversión en nuestro país. Las multinacionales españolas ya eran un referente global. Desde 1985, cinco empresas españolas participan o han participado en proyectos de infraestructuras en todo el mundo valorados en más de 245.000 millones de dólares. Hoy, el 52 por ciento del volumen de inversión total de los contratos de concesiones de transporte es gestionado por cinco compañías españolas, y las constructoras reunidas en Seopan, que representan el 95 por ciento de las empresas del sector con actividad internacional, “tienen presencia permanente en aproximadamente 90 países de cinco continentes -destacan desde la patronal-, con representación en todas las áreas de las infraestructuras, sobre todo en transporte”. Según el último Informe Global de Competitividad del Foro Económico Mundial de Davos, correspondiente a los años 2014-2015, España ocupa la sexta posición mundial en infraestructuras de transporte. La cartera total de proyectos en construcción e infraestructuras de las multinacionales españolas al cierre de 2015 ascendía a 88.000 millones de euros, un 3,6 por ciento más interanual. Pero la crisis de licitación de proyectos públicos en España desde 2010 sí les ha obligado a redimensionar sus áreas de negocio y estructuras, y ha cambiado el perfil del Ibex 35, que ha perdido a OHL, Sacyr y FCC en los últimos meses. Las riendas de sus directivos marcan la diferencia a la hora de afrontar el duro panorama doméstico. Pugnas por nuevos mercados, como el australiano, que están generando luchas fratricidas en varios concursos; diversificación de los modelos de financiación, diversificación de negocio, desinversiones para obtener liquidez y mejorar los ratios de deuda. A punto de cerrar el año, el balance global se traduce en crecimiento en ventas y en capitalización. Y además, crecimientos que apuntan a una recuperación sostenida. En el caso de Ferrovial, presidida por Rafael del Pino, el crecimiento interanual ha sido de dos dígitos. Por volumen destacan los resultados de ACS, de la mano de Florentino Pérez, seguida por Ferrovial, Acciona, FCC, OHL y Sacyr Vallehermoso.