El vino, la cerveza y los espirituosos se unen contra los planes de MontoroEl sector de las bebidas alcohólicas ha hecho un frente común contra una posible subida de los impuestos por parte del Gobierno. Las patronales del vino, la cerveza y los espirituosos, junto con la Federación Española y Restauración (Fehr) y el sindicato de agricultores Asaja denunciaron ayer que el incremento de la fiscalidad no sólo disminuiría la actividad económica y destruiría empleo, sino que además reduciría la recaudación del Estado. De acuerdo con un informe elaborado por Analistas Financieros Internacionales (Afi), si se mantuviera el actual status quo fiscal, la recaudación aumentará entre 2014 y 2017 en 1.718 millones de euros sin necesidad de subir los impuestos. Tan sólo el año que viene, el Valor Añdido Bruto (VAB) del sector crecería un 2,3 por ciento, hasta 43.320 millones, respecto al cierre previsto de este año. La recaudación aumentaría en 487 millones -la aportación a las arcas del Estado llegaría así a 21.587 millones- y se crearían 18.128 nuevos puestos de trabajo. Justo lo contrario de lo que pasaría si hay un aumento de la fiscalidad. Hipótesis tributarias De acuerdo con el estudio de Afi, un incremento del 10 por ciento en el impuesto especial que grava las bebidas con contenido alcohólico, unido a un aumento del IVA del 10 al 21 por ciento en la hostelería -algo que el Gobierno ya ha descartado- provocaría una disminución de la actividad económica de 3.660 millones de euros en el primer año de vigencia. En ese hipotético escenario, habría una pérdida fiscal neta para las arcas públicas de 46 millones. Afi no ha calculado cual sería el impacto de una subida únicamente de los impuestos especiales, aunque, según José Antonio Herce, director asociado de economía aplicada de Analistas Financieros Internacionales (Afi) y responsable del estudio, de un modo un otro, “el efecto perseguido de un aumento de la recaudación se vería más que contrarrestado por la pérdida de contribución fiscal asociada a la caída general de la actividad en el resto de figuras tributarias (IRPF, IVA, Impuesto de Sociedades y Cotizaciones sociales, además de los especiales)”. Bosco Torremocha, director de la Federación de Empresas de Bebidas Espirituosas (Febe) insistió ayer, ante todo ello, en que “manteniendo la fiscalidad podemos seguir creciendo, crear empleo en los próximos años y mejorar la recaudación, mientras que una subida tendría efectos negativos”. Es una idea que apoyaron también Jacobo Olalla, director general de Cerveceros de España; Pau Roca, secretario general de la Federación Española del Vino (Fev) y Emilio Gallego, secretario general de la Federación Española de Hostelería y Restauración (Fehr), que insistió en la necesidad de cuidar a este sector, especialmente por su repercusión sobre el turismo. Gallego advirtió de que los hosteleros se verían penalizados, porque un tercio de su facturación está ligado a las bebidas alcohólicas y recordó que, en el caso de que el Gobierno modifique los impuestos, estaría yendo en contra de lo que hace el resto de los países de la UE, que cuentan con una fiscalidad que está en un “umbral lógico y razonable”.