La insostenibilidad de las pensiones públicas es un hecho. Por ello, desde la revista ‘Inversión a Fondo’ de este mes se ofrece a los inversores una guía para obtener ingresos recurrentes y rentables de cara a la jubilación, algo complicado teniendo en cuenta el actual contexto de tipos al 0 por ciento, en el que las inversiones más conservadoras apenas cuentan con opciones atractivasLos dividendos con los que retribuyen las compañías continúan siendo una de las maneras preferidas de los inversores para poder conseguir unos ingresos regulares en bolsa. Sin embargo, muchos de los pagos de las firmas cotizadas se encuentran en entredicho, por lo que es clave llevar a cabo una labor de investigación para no equivocarnos a la hora de seleccionar una cartera de dividendos que pueda convertirse en un complemento de cara a la jubilación. Desde Inversión a Fondo preguntamos a varios expertos en qué debe fijarse un inversor antes de incluir en su cartera uno u otro dividendo, pensando en el largo plazo ya que la inversión directa en acciones de firmas que abonen jugosos dividendos no es la única vía existente. Para los inversores con menor poder adquisitivo hay otras opciones, como los fondos de inversión, que además tienen una cartera más diversificada. Viene el lobo de la inflación Entre los otros temas que se tratarán en este número de la revista está el de la la inflación. Su tasa interanual ha tocado su nivel más alto en dos años en la eurozona y se estima que siga al alza. Esto complica las intenciones de obtener buenas rentabilidades en inversiones más conservadoras. Y es que la inflación, y el efecto de su actual subida, supone actualmente la mayor amenaza para una cartera, e incluso puede destruirla si ésta se compone solo de renta fija. Por el momento, la tasa interanual de inflación en la eurozona está en el 0,4 por ciento, lo que implica que ese es el mínimo de rentabilidad que se debe exigir a cualquier producto de inversión, por muy conservador que sea éste. Pero, ¿por qué es tan importante la inflación para medir el rendimiento de una cartera? Aquí entra en juego lo que en el argot financiero se conoce como la rentabilidad real, es decir, la diferencia entre la rentabilidad que te da una inversión y la inflación. El ganador de las elecciones en EEUU Tanto Hillary Clinton como Donald Trump se han comprometido a realizar una fuerte inversión en el sector de las infraestructuras, por lo que cuenta con cierta seguridad política gane quien gane. Aunque con diferentes ambiciones, parece ser el único punto en común de ambos candidatos en los comicios de EEUU, que se celebrarán el próximo 8 de noviembre. Ahora, está por ver cuándo se verá reflejada realmente esta inversión en el sector ya que los expertos coinciden en que tendrá impacto tanto en el corto como en el largo plazo. Entonces, ¿es momento de plantearse invertir o aumentar la exposición en este mercado? Los analistas consultados explican que, aunque hay que tener precaución, esto puede suponer una oportunidad interesante ya que entre otros atractivos destaca la alta rentabilidad por dividendo que ofrece. Todos hablan del ‘value’, ¿funciona? Nuestro país parece estar viviendo en la época dorada de la gestión value, que implica buscar compañías infravaloradas por el mercado en el corto plazo con la esperanza de que en el largo plazo su valor se vea reconocido. Una corriente que no es nueva, a pesar del boom. Pero, ¿qué es lo que caracteriza a este tipo de gestores? Los números apuntan a que la inversión en valor funciona a largo plazo. El rally del carbón puede llegar a su fin El combustible fósil es la materia prima más alcista desde que comenzara el año. El precio del carbón sube cerca de un 80 por ciento, ayudado por los avances especialmente de los últimos cuatro meses y provocado por la caída de la producción del carbón por parte de China. Sin embargo, los expertos consideran que se trata de un movimiento circunstancial que no podría durar mucho tiempo más. En concreto, el consenso de mercado recogido por Bloomberg espera que el precio del carbón descienda de aquí a final de año más de un 35 por ciento.