El grupo pretende mejorar eficiencia tras ganar 2.800 millones hasta septiembre, un 0,6% menosLa entidad adelanta a 2017 el ahorro de costes de 200 millones por la absorción de CatalunyaBancBBVA anunció ayer un recorte de plantilla en España para ganar eficiencia y adaptarse a los nuevos tiempos tecnológicos. La entidad llevará a cabo una disminución de su personal en nuestro país en unos 444 trabajadores, lo que supone un 1,4 por ciento del total. Este plan se suma al prácticamente ejecutado por la integración de CatalunyaBanc (CX), por el que saldrán en conjunto otros 1.556 empleados. Hasta ahora el grupo había descartado materializar una disminución de su fuerza laboral en la unidad española al margen de lo pactado con los sindicatos por la absorción de la catalana, pero los menores ingresos obtenidos con respecto a lo esperado por la situación de incertidumbre en los mercados ha provocado este cambio, según explicó ayer el consejero delegado, Carlos Torres. No obstante, el ajuste será muy inferior a lo estimado por los expertos, que vaticinaban una reducción de unos 2.000 trabajadores adicional a los de CatalunyaBanc. Torres indicó que las bajas se harán a través de prejubilaciones ordinarias y avanzó que el próximo año BBVA podría poner en marcha proyectos similares, aunque no cuantificó el volumen de los afectados. El recorte de empleos se ejecutará en el tiempo con el cierre extra de 100 oficinas. Provisión de 94 millones Para asumir el coste del ajuste, el banco ha provisionado ya 94 millones de euros. El objetivo principal es mejorar la eficiencia, parámetro prioritario, que se ha visto castigada sobre todo por la absorción de la catalana que, según Torres, tenía un ratio del 100 por ciento, es decir, que “se gastaba todo que ingresaba”. Los recortes darán sus frutos, ya que el grupo ha adelantado doce meses, a 2017, la consecución de unas sinergias de costes de 200 millones en CatalunyaBanc. BBVA logró un resultado en los nueve primeros meses de 2.797 millones de euros, un 65 por ciento más que en el mismo periodo de 2015. Pero, sin contar las pérdidas extraordinarias por la toma de control del turco Garanti y en términos homogéneos, las ganancias descienden apenas un 0,6 por ciento. La cifra, que supera las expectativas de los analistas, proviene de un comportamiento bueno del negocio en México, Turquía y Latinoamérica, principalmente, que compensan la todavía decreciente evolución en España y las incertidumbres desatadas en algunos países emergentes, donde opera y sus efectos hiperinflaccionistas. A este respecto, destacó que la situación por la que atraviesa Turquía es “muy triste” tras el golpe de Estado fallido, la llegada masiva de refugiados y el conflicto kurdo, entre otros, pero que las constantes económicas se mantienen y las medidas adoptadas por el Gobierno van encaminadas a una recuperación. “Confiamos plenamente en el país”, subrayó Torres, que minimizó el impacto que tiene el tope recomendado este verano por el Ejecutivo a los intereses que se pueden cobrar por las hipotecas. Caída del crédito Las cuentas también se han visto beneficiadas por un descenso pronunciado de las provisiones por morosidad, especialmente en España, que amortiguan la caída de los márgenes, debido sobre todo a un descenso de la actividad crediticia por encima de lo esperado. Torres explicó durante la presentación de los números que el impacto de la caída de los tipos en el negocio en nuestro país ha sido menor de lo previsto y que a partir de ahora se verán mejoras en los diferenciales que consiguen con la venta de productos. Los ingresos por comisiones se redujeron, del mismo modo, en un 1,2 por ciento, como consecuencia de la falta de operaciones en el mercado mayorista y a la volatilidad de las bolsas. Los beneficios en los nueve primeros meses del año incorporan unos ingresos extraordinarios cosechados por la venta de Visa en el segundo trimestre y de la desinversión de un 0,75 por ciento en el chino Citic Bank en el tercer trimestre, por el que ha ganado 75 millones de euros. A día de hoy, la participación en el banco asiático se limita al 2,36 por ciento. Las cuentas, asimismo, reflejan una caída de las pérdidas inmobiliarias de una cuarta parte, a 315 millones.