Cree que son datos reservados, pese a que alertaban sobre el rescate del grupoEl Banco de España cree que ha actuado de manera correcta en el caso Bankia y niega las acusaciones de ocultación de documentos a la Audiencia Nacional, en referencia a los correos remitidos por el inspector Casaus a sus superiores advirtiendo de los elevados riesgos del grupo que presidía Bankia tres meses antes de la salida a bolsa. El supervisor emitió ayer un comunicado rechazando tales acusaciones indicando que toda la documentación que remite a los tribunales atiende “a los criterios especificados en cada requerimiento” y, de ahí, que no se incluyeran en los informes remitidos en septiembre. El organismo que preside Luis María Linde argumenta que los correos están catalogados de “información reservada” y, por tanto, tienen un “deber de confidencialidad” que se aplicó para cumplir con la legalidad. El Banco de España indica que el 2 de septiembre envió a la Audiencia Nacional un conjunto de correos electrónicos en los que se reflejaba, “de acuerdo con lo solicitado por la autoridad judicial, las agendas y conslusiones de las reuniones ordinarias y extraordinarias mantenidas entre el equipo de seguimiento del grupo BFA-Bankia y sus interlocutores a lo largo de todo 2011. La institución, añade, que no fue hasta el 11 de octubre cuando remitió “las comunicaciones informales” del equipo encargado de la supervisión de la entidad. Esta información se entregó como consecuencia de la petición del magistrado ante la solicitud planteada por la acusación popular del caso, la Confederación Intersindical de Cajas (CIC). Los correos pueden ser clave para el desarrollo de la causa que investiga la salida a bolsa de la entidad, por la que los inversores perdieron todo su dinero. En los emails, el inspector Casaus advierte de que el grupo BFA-Bankia está en una situación de debilidad tal que hará inevitable su nacionalización en el corto o medio plazo, operación en la que el Estado tendrá que inyectar unos 15.000 millones. Por este motivo, recomendaba que la entidad no saliera a bolsa y que optara por la venta a un banco internacional. En mayo de 2012, el Gobierno tuvo que rescatar Bankia y meses después recibió una inyección de recursos públicos de 18.000 millones, que se sumaban a los 4.500 millones desembolsados con anterioridad. La salida a bolsa fue autorizada, entre otros, por el actual subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, al ser entonces número dos de la CNMV.