Sus filiales Alpine y Webber consiguen dos importantes contratos de construcciónmadrid. Tú en Austria y yo en Estados Unidos. Pero los dos en un sector necesitado de buenas noticias y más contratos. Algo parecido debían pensar ayer los directivos de FCC y Ferrovial, tras haber conseguido cerrar dos importantes contratos. El grupo controlado por Esther Koplowitz, a través de su filial Alpine, se ha hecho con el mayor proyecto de equipamiento de ingeniería ferroviaria de Austria. Se trata de la construcción de la plataforma y de la vía del túnel de Brennero, una obra de 43 kilómetros, valorado en 260 millones de euros, que forma del futuro eje ferroviario de alta velocidad (AVE) entre Munich y Verona. FCC, que deberá finalizar esta obra en 2012, tiene varios proyectos en cartera de gran importancia gracias a Alpine, como el viaducto de Basarab, en Bucarest, y el puente sobre el Danubio que conectará Bulgaria con Rumanía Ferrovial, por su parte, se ha adjudicado la construcción del segmento 4 de la autopista texana SH-121, una obra valorada en 220 millones de dólares (162 millones de euros), que ha conseguido a través de su filial estadounidense Webber. Se da la circunstancia de que Ferrovial resultó ganadora del contrato de construcción y concesión de toda la autopista SH-121 pero, en el último momento, las autoridades texanas aceptaron que el organismo público NTTA (Autoridad de Transporte del Norte de Texas, según sus siglas en inglés) presentara una oferta competidora que terminó alzándose con el triunfo. Quizás como recompensa, ahora Ferrovial se ha adjudicado las obras de este tramo, que incluye la construcción de seis carriles, tres en cada dirección, las cabinas electrónicas de peaje, y las estructuras para la conexión de la SH 121 con otras carreteras, como la US 75, y las vías de servicio. El proyecto, que comenzará a ejecutarse el próximo mes de noviembre, deberá estar terminado en enero de 2011.