El expresidente de la entidad admite la recepción del dinero por su labor en una operación en la que participaba CotinoEl exvicepresidente de Bankia y expresidente de la Generalitat valenciana, José Luis Olivas, admitió ayer haber cobrado 580.000 euros, siendo presidente de Bancaja, en una supuesta mediación empresarial hecha en 2008 para favorecer los intereses de Iberdorla. El banquero defendió en el Juzgado de lo Penal número 6 de Valencia la legalidad de este pago y admitió haber realizado “cientos” de ellas más. Olivas y el empresario Vicente Cotino negaron haberse concertado para defraudar a Hacienda en dicha operación al declarar como investigados, junto con la mujer del primero, Mercedes Álvarez, por presuntos delitos contra el erario público y falsedad documental en la vista oral que comenzó ayer. En su declaración, tanto Cotino -sobrino del exdirector general de la Policía y exconseller del PP, Juan Cotino- como el expresidente de Bancaja señalaron que mediaron para la venta a Endesa, por 39,3 millones de euros, del 25 por ciento que Sedesa tenía en Proyectos Eólicos Valencianos (Pevsa). Esta operación se hizo de forma conjunta con otro 20 por ciento del capital que Bancaja poseía en Pevsa, de modo que finalmente se vendió el 45 por ciento de la entidad a Endesa. Se da la circunstancia de que Endesa era la propietaria del 55 por ciento restante y que, según relataron ambos procesados, no tenía interés inicial en hacerse con el total del capital, aunque finalmente lo adquirió ejerciendo un derecho de preferencia cuando Sedesa (Cotino) y Bancaja habían acordado la venta a Iberdrola, gracias a la mediación de Olivas, entonces también consejero de Iberdrola. El banquero admitió haber cobrado, por estas gestiones de mediación, 580.000 euros de Vicente Cotino. Su intervención, según indicó, supuso un ahorro. Esos honorarios, según Olivas, “fueron declarados a Hacienda en su momento y por ellos” hizo efectivos los correspondientes impuestos. Para el fiscal, Cotino y Olivas actuaron de acuerdo “con ánimo de defraudar a la Hacienda Pública”, para lo cual decidieron consignar en el impuesto de sociedades de 2008 del grupo Sedesa como gasto deducible una transferencia de 580.000 euros que hizo Sedesa Inversiones a Imarol -propiedad de Olivas y su mujer-, en virtud de un asesoramiento ficticio, informa Efe. Para ello, los acusados “crearon un documento que aparentaba ser una factura” firmada por Olivas, la única que emitió Imarol en 2008. “Podría haber cobrado algo a Bancaja”, indicó Olivas, quien “por ética” no hizo más labores de asesoramiento similares, por no meterse “en más jardines”.