De diseño cada vez más sofisticado, las planchas, lavadoras y cafeteras se han hecho inteligentes Hasta hace muy poco tiempo, lo máximo que se le pedía a un electrodoméstico era que cumpliera su función (lavar la ropa, conservar los alimentos o calentar la comida), a ser posible estropeándose lo menos posible. Pero esa etapa ha terminado. Revolucionados los equipos audiovisuales, la era digital amenaza por extenderse a todo el hogar, desde la cafetera hasta el aspirador. Los consumidores están dispuestos a gastarse un poco más por obtener prestaciones avanzadas y un bello envoltorio en los aparatos cotidianos. Y los grandes fabricantes asiáticos, americanos y europeos desarrollan nuevos productos inimaginables hace cinco años. Los nuevos materiales han revolucionado las placas de cocción. Y la Inteligencia Artificial aplicada a las lavadoras o a los lavavajillas ha facilitado la creación de aparatos capaces de medir su contenido y optimizar su rendimiento según el material, la cantidad y la suciedad de los platos o la ropa. Mientras tanto, los frigoríficos y los sistemas de climatización se han centrado en el cuidado de la salud, incorporando sofisticados filtros antibacterianos y sistemas de esterilización.Además, los cambios en los hábitos de vida han contribuido al éxito de ciertas tendencias. Por ejemplo, la falta de tiempo ha provocado el auge de los congeladores y las planchas ultra eficientes. El espacio reducido en la cocina ha incitado al uso de hornos multifuncionales (que unen microondas, horno convencional, función de cocción y grill). Y el surgimiento de un consumidor urbano sofisticado permite la existencia de vinotecas inteligentes o máquinas de café más propias de la ciencia ficción que de un hogar.