El banco abrió millones de cartillas suplantando la identidad de clientes Era cuestión de tiempo. Wells Fargo oficializó a última hora del miércoles y con el mercado ya cerrado que su consejero delegado y presidente del consejo de administración, John Stumpf, abandonaba la compañía de forma inmediata tras el escándalo surgido por la creación de cuentas falsas. El directivo fue reemplazado por el director de operaciones Tim Sloan en el cargo de consejero delegado y el director independiente, Stephen Sanger, será el nuevo presidente del consejo. El relevo ocurre tras semanas de presión sobre el banco, especialmente por parte de los legisladores estadounidenses como la senadora demócrata, Elizabeth Warren, quien sugirió que Stumpf debía ir a la cárcel, tras conocerse que sus empleados habrían abierto dos millones de cuentas de depósitos y tarjetas no autorizadas para cumplir objetivos de ventas. La entidad instó el fraude durante al menos cinco años suplantando la identidad de clientes e, incluso, despidió a empleados que se negaron a hacerlo. Las acciones de Wells Fargo cayeron durante la jornada de ayer un 1,8 por ciento y el banco presentará hoy, junto a J.P. Morgan y Citigroup sus resultados trimestrales correspondientes al tercer trimestre del año. Se espera que la entidad ofrezca más detalles sobre las consecuencias que esta polémica tendrá en las cuentas del banco. Tras haber desembolsado una multa de 185 millones de dólares a los reguladores (167 millones de euros), Wells Fargo puede enfrentar una oleada de demandas de los clientes afectados como de los 5.300 empleados despedidos por este caso. Antes de la dimisión de Stumpf, Wells Fargo suspendió parte de su sueldo, incluyendo su bonus y alrededor de 41 millones de dólares en opciones sobre acciones. Este caso ya se cobró su primera víctima entre los directivos hace unas semanas cuando Carrie Tolstedt, quien dirigió a división que creó dichas cuentas falsas, abandonó la entidad, un año antes de su jubilación.