Las bolsas cayeron un 7% ante el miedo a un colapso financiero y el escaso impacto del plan de EEUUmadrid. Y las bolsas volvieron a hacer crash. Los principales parqués del mundo sufrieron importantes desplomes ayer ante el miedo a que la crisis crediticia afecte a todas las entidades. Los mercados percibieron que el plan de rescate financiero de Estados Unidos llega tarde para salvar la entrada de las economías en recesión. A esto se unió la incertidumbre sobre si caerán más bancos europeos, después de que en el fin de semana se conociese que el gobierno alemán tuvo que poner 35.000 millones de euros para salvar a Hypo Real State. Estas grandes dudas provocaron el mayor desplome de los mercados europeos desde 1987. El Euro Stoxx 50 descendió ayer un 7,86 por ciento, hasta los 2.868,97 puntos, el nivel más bajo desde 2004. Esta caída estuvo en línea con el resto de países del Viejo Continente. El londinense Ftse 100 recortó un 7,85 por ciento, hasta los 4.589,19 puntos, el francés Cac 40 descendió un 9,04 por ciento -el mayor desplome conocido en el índice-, hasta los 3.711,98 puntos, y el alemán Dax 30 bajó un 7,07 por ciento, hasta los 5.387,01 puntos. Por su parte, el español Ibex 35 fue el índice que mejor se comportó en Europa, con una caída del 6,06 por ciento, hasta los 10.726 puntos. Este recorte es el segundo más fuerte de su historia, después del 21 de enero, cuando se recortó un 7,54 por ciento. Esta menor caída provoca que el indicador sea uno de los pocos que no esté en mínimos anuales. De hecho, 100 puntos le separan todavía del nivel más bajo alcanzado el pasado 18 de septiembre. Grandes descalabros Por sectores, los peores parados fueron el de materias primas y el de servicios financieros. Las compañías relacionadas con las commodities bajaron de media un 13,66 por ciento en la sesión ante el fuerte recorte que sufría el petróleo. El barril de crudo de referencia en Europa -el Brent- cayó ayer un 6 por ciento, hasta los 84,52 dólares. Los expertos aseguran que estas pérdidas pueden provocar recortes en los beneficios de estas empresas. Por otra parte, la banca se dejó un 9,7 por ciento durante la sesión, afectada por las ventas de los inversores que temen que se produzcan más rescates en Europa. "Ahora estamos viendo ventas de pánico. Hay muchos inversores que están empezando a reaccionar con miedo a todas las declaraciones de las autoridades que hablan de garantizar los depósitos", dijo a Reuters Nicolás López, director de análisis de MG Valores. Uno de los más perjudicados fue Unicredito, que recortó un 5,48 por ciento, tras conocerse que ha revisado a la baja sus previsiones de resultados para este año y va a tener que hacer una ampliación de capital. La guía de beneficio neto para 2008 ha sido recortada hasta los 5.200 millones de euros, frente a los 6.900 millones de euros anteriormente estimados. También fue destacable el fuerte desplome de Dexia, que descendió un 20 por ciento, aunque durante la sesión llegó a caer más de un 30 por ciento ante el deterioro de las condiciones de los mercados y la crisis del banco hipotecario alemán Hypo Real Estate (HRE). A pesar de que el gobierno francés inyectó la semana pasada 6.400 millones de euros en la entidad gala, los inversores temen sobre el posible impacto de Hipo Real Estate en sus cuentas. La grave situación a la que se enfrenta el banco provocó que el primer ministro belga, Yves Leterme, se reuniese ayer con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para abordar la crisis del banco (ver página 11). Dentro del mercado español, los grandes bancos cayeron de media un 6 por ciento. El peor parado fue Santander, que descendió un 6,07 por ciento, hasta los 10,98 euros. BBVA recortó un 5,2 por ciento, hasta los 11,66 euros. Por otra parte cabe destacar la fortaleza de Bankinter, que sólo bajó un 0,78 por ciento. Pero esta negativa situación no parece que se vaya a disipar en el corto plazo en los parqués. Los expertos consideran que el pánico está instalado en las bolsas y tardará en irse. "Únicamente las expectativas de que los bancos centrales se avengan a bajar sus tipos de interés a corto plazo, medida que sería en la actual situación puramente cosmética, podrían servir para tranquilizar algo los mercados", explica Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities. Esta semana se reúne el Banco de Inglaterra y los gestores creen que podría bajar el precio del dinero.