El Politécnico de Milán, una universidad pública italiana de carácter científico-tecnológico, cuenta con más de 42.000 estudiantes y se posiciona como una de las mejores en los rankings internacionales, destacando por sus grados en Ingeniería Civil, Arquitectura e Ingeniería Mecánica. Participa en varios proyectos de investigación con otras universidades europeas de gran prestigio. ¿Su universidad ha sufrido la crisis en estos años? La crisis tuvo diferentes impactos en nuestra universidad. Por un lado, hubo una reducción de fondos públicos. Y por otra parte, tuvimos un aumento de nuevas inscripciones de estudiantes, debido a la alta tasa de empleo de nuestros graduados que, en tiempos de crisis, se convierte en un tema clave en las opciones de los estudiantes. ¿Qué les hace diferente de otras universidades? Nuestra visión estratégica es ser una universidad internacional con fuertes raíces italianas. Hemos integrado la tecnología, la creatividad y la cultura en cuatro pilares: Conocimientos técnicos, culturales, disciplina de innovación y responsabilidad social. Nuestro objetivo es producir capital humano cualificado para exportarlo a empresas y liderar la investigación y la innovación frente a los retos sociales. ¿Cómo es la educación en su país? Más del 90 por ciento de los estudiantes está matriculado en universidades públicas. En el Politécnico de Milán, por ejemplo, graduamos a un ingeniero italiano de seis, un arquitecto de cinco y casi el 50 por ciento de los diseñadores italianos; por lo general, las universidades que se encuentran en el top de los rankings son mucho más pequeñas. ¿Cree que hay diferencias con la educación española? No soy un experto de la educación superior en España, pero tengo la sensación de que somos más flexibles en el diseño de los programas y más internacionales. Pero esto es más una característica del Politécnico que de todo el sistema de educación superior en Italia. Sus estudiantes no sufren el desempleo, ¿cómo lo hacen? El ranking QS votó al Politécnico de Milán como la mejor de las 43 universidades de todo el mundo que participan en la categoría de Consolidación de empleabilidad. Nuestra técnica se basa en una buena formación científica, que también se beneficia de la excelente colaboración con el tejido económico nacional e internacional, así como con las mejores universidades del mundo. A nuestros estudiantes se les anima a adquirir experiencia mediante el estudio e investigación en el extranjero. El 93 por ciento de nuestros estudiantes graduados ha encontrado empleo seis meses después de que obtuvieran sus títulos. ¿Cuáles son los retos del futuro de la educación superior? Creo que en el futuro habrá una clara diferencia entre “universidades globales”, la atracción de capital humano inteligente y fondos de investigación de todo el mundo, y las universidades locales. Por lo tanto, el principal desafío para nuestras universidades será estar en el grupo delantero, con una oferta educativa capaz de proporcionar oportunidades de empleo a nivel global. ¿Qué perfil de egresados demandan las empresas? Las empresas requieren personas capaces de trabajar a nivel global, es decir, con habilidades técnicas y con habilidades sociales (especialmente el liderazgo, la sensibilidad intercultural y la capacidad para promover la innovación interdisciplinaria). Las universidades se han centrado tradicionalmente en las habilidades técnicas, pero ahora se tiende a una educación más completa.