Los problemas de seguridad han forzado la decisión, que afectará a la fecha de venta prevista del 28 de octubreNo corren buenos tiempos para la surcoreana Samsung. El fabricante se ha visto obligado a suspender la producción del Galaxy Note 7 ante los nuevos casos de incendio detectados en los reemplazos del dispositivo. Citando una fuente de uno de los proveedores del gigante tecnológico, la agencia de noticias Yonhap informó que Samsung decidió ayer frenar la producción de su polémico modelo, uno de los más caros y avanzados dentro de su categoría. La compañía ni confirmó ni desmintió esta noticia y en un comunicado a los reguladores explicó que está ajustando “temporariamente” los plazos y el volumen de producción para “garantizar aspectos de calidad y seguridad”. Samsung añadió que actualizará sus planes cuando disponga de nuevos detalles. Sin embargo, incluso antes de que se filtrase el parón en la producción de Galaxy Note 7, varios operadores estadounidenses como AT&T y T-Mobile optaron por suspender la entrega de estos dispositivos, un extremo que ayer también decidió Orange. El representante de este proveedor surcoreano ha asegurado que la parada temporal de la fabricación del phablet se ha decidido en cooperación con reguladores de Corea del Sur, Estados Unidos y China. También se asume que esta decisión afectará a las ventas de los nuevos modelos de Note 7 en India o Europa que se iban a retomar el próximo 28 de octubre. Esta decisión indica que Samsung podría haber encontrado nuevos problemas en las baterías de su teléfono mientras espera que las autoridades estadounidenses investiguen los teléfonos de reemplazo. Las denuncias sobre el estallido de los dispositivos reemplazados generan dudas sobre si la batería es el único problema con este modelo. Hasta la fecha se han contabilizado al menos ocho casos de incendio en aparatos que fueron entregados a consumidores en Corea del Sur, EEUU o Taiwán para sustituir modelos ya de por sí afectados por una retirada global que ha incluido 2,5 millones de unidades ante el peligro de que se prendan fuego al cargarlos. En uno de los casos, un Galaxy Note 7 de Samsung que empezó a echar humo obligó a suspender un vuelo de Southwest Airlines en Kentucky.