Recorta en 213 millones el préstamo ligado a la petrolera con una cobertura para limitar los riesgos del precio del crudoSacyr anunció ayer la contratación de un derivado con una entidad financiera, que según fuentes financieras se trata del Banco Santander, por 20 millones de acciones de Repsol, equivalentes al 1,4 por ciento del capital de la petrolera, con el objetivo de rebajar la deuda y abaratar los costes financieros. La constructora ingresará 213 millones de euros con esta operación que destinará íntegramente y “de forma inmediata” a rebajar el préstamo ligado a su participación en Repsol, que alcanza el 8,5 por ciento. De este modo, el grupo que preside Manuel Manrique da un nuevo paso en su estrategia de recortar el crédito, que se sitúa en 1.088 millones de euros, frente a los 1.301 millones anteriores. La compañía mantendrá los derechos políticos de esos 20 millones de acciones y seguirá cobrando el dividendo asociado, al tiempo que reduce “de manera relevante su exposición a las variaciones del mercado del petróleo” a través de la cobertura contratada. En concreto, elimina estos riesgos sobre las referidas acciones por debajo del umbral de 10,7 euros por título de Repsol, que es el precio al que ha firmado el derivado. Este precio (10,7 euros) implica un descuento del 11,6 por ciento con respecto al cierre de ayer, en una sesión en la que la cotización de Repsol se disparó un 3,73 por ciento, hasta 12,105 euros, tras el anuncio de limitar la producción de crudo por parte de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo). Los derivados tienen un plazo de ejecución de cinco años, según fuentes del mercado, y se ha fijado un techo por encima de los 15,6 euros a los que Sacyr valora los títulos de la petrolera que dirige Josu Jon Imaz. De este modo, la constructora “se podrá beneficiar del potencial de subida de las acciones de Repsol”. Al calor de la subida de la petrolera, los títulos de Sacyr subieron el 6,46 por ciento, hasta 1,88 euros. Margen con el dividendo La rebaja de la deuda en 213 millones “redundará en el consiguiente ahorro en los costes financieros anuales, la sensible mejora de la estructura de garantías del préstamo y la reducción de su peso en el balance de la compañía, cada vez más volcado en el sector concesional”. Con la operación, Sacyr consigue además diversificar sus fuentes de financiación y avanza en el recorte del préstamo, después de que en junio amortizara 317 millones con la venta del último paquete de Testa Al cierre del primer semestre, la deuda total del grupo se situaba en 4.134 millones. Sacyr siempre ha mantenido que con el dividendo de Repsol cubre sobradamente el coste del préstamo vinculado a su participación. Incluso después de que la petrolera rebajara la retribución al accionista en febrero pasado un 20 por ciento. Así lo aseguró entonces Manrique, que incluso incidió en que con los 0,80 euros que preveía recibir en 2016 podría seguir amortizando el crédito. No en vano, Sacyr obtendrá casi 93 millones este año, lo que prácticamente duplica el el pago de esta deuda.