Seis meses después de fichar por Calidad Pascual para dirigir su división láctea, Miguel Ángel Rivera explica cuál es su misión al frente de esta unidad de negocio que a día de hoy supone el 60 por ciento de la facturación total del grupo. Un grupo que en el segmento lácteo cuenta con un doble objetivo: relanzar algunos de los productos que ya tiene en el mercado, como la leche desnatada 0% o las bebidas vegetales y de soja, y doblar sus ventas de batidos, gracias a la incorporación a su portafolio de las marcas Okey y ColaCao. ¿Cuál es su misión en la compañía? Calidad Pascual decidió en 2015 reestructurar sus unidades de negocio para aumentar el foco en la innovación. Mi misión es desarrollar esta división de lácteos y sus tres grandes grupos: leche, bebidas vegetales y el negocio de batidos. ¿Cuál es la parte más importante? Queremos crecer en todas. El objetivo es desarrollar el negocio en su conjunto, hacer crecer las bebidas vegetales y la soja y desarrollar el negocio de batidos, que históricamente lo teníamos más abandonado. Ahora, estamos relanzándolo tras incorporar, con el acuerdo de Idilia Foods, las marcas ColaCao y Okey a nuestro portafolio. ¿Qué peso tiene la división láctea en Calidad Pascual? La división láctea representa aproximadamente el 60 por ciento de la facturación de la compañía. Es el origen al que Calidad Pascual ha ido sumando otros elementos. De los 700 millones de euros de facturación, unos 400 millones corresponden actualmente a esta división. El objetivo es doblar nuestra facturación en el segmento de los batidos y crecer en el mercado de la soja. ¿Cómo es la innovación en su división y en Calidad Pascual? Esta compañía ha vivido siempre de la innovación, empezando por que transformó el mercado de la leche. Antes de Pascual, el mercado de la leche era regional y como había que hervirla, no permitía una distribución nacional. Cuando Tomás Pascual metió la leche en un brik -algo que hoy tenemos muy asumido-, la leche llegó a hogares donde antes por asuntos logísticos no llegaba. Después, cuando vio que no había un agua de mineralización muy baja en España compró un manantial y lanzó Bezoya. En el momento de las vacas locas apostó por la soja... La innovación es parte del ADN de esta compañía, como es la calidad de los productos. ¿Cómo ha influido en el sector el fin de las cuotas lácteas en la UE? El fin de las cuotas lácteas en Europa ha coincidido con una caída de la demanda de lo que era la salida de leche hacia Rusia y China, lo que ha provocado que haya un exceso de leche y problemas muy serios para la sostenibilidad del sector. Todo eso está haciendo que la leche se banalice. Pinta mal... Creemos que esta situación se irá regularizando con el paso del tiempo. Nosotros tenemos una base de unos 450 ganaderos con los que mantenemos una relación estable y con los que nuestras discusiones a nivel de precio van en la línea de la situación real del mercado, aunque hay límites de los que no bajamos porque si no al ganadero se le hace insostenible. ¿Por dónde pasa la reconversión del sector lácteo? Por tener menos explotaciones ganaderas y por que las que haya sean más eficientes, por ajustar la capacidad productiva en el país, por la erradicación de malas prácticas, por una mayor responsabilidad de la distribución, por aceptar más rápidamente la innovación...