madrid. Como cabía de esperar Enel y Acciona retrasarán su pugna por los activos renovables de Endesa. En principio, el calendario contemplaba que en el próximo mes se alcanzase un acuerdo, pero los socios se han planteado retrasar la negociación para principios del próximo año. En cualquier caso, el Consejo de Administración de Endesa valoró ayer un primer informe elaborado por JP Morgan, asesor de la compañía en la operación. Pese a esto, el máximo órgano de administración se centró en temas operativos, en un intento de apaciguar los ánimos después de las tensiones vividas en las reuniones celebradas antes del verano. Ahora, la entente hispano-italiana se ha decantado por esperar todas las valoraciones de los bancos sobre los activos. En principio, las ofertas de cada parte se debían presentar el próximo 18 de septiembre, pero según fuentes del sector, este proceso también se retrasará por lo menos unas semanas. En cualquier caso, fuentes de Endesa prevén que los activos propios de la compañía superen los 13.000 millones de euros, que se sumarán a la valoración de la constructora. La creación de esta sociedad es clave para poder aprobar de forma definitiva las líneas estratégicas de Endesa de cara a configurar un Plan Estratégico. A principios de año, Enel anunció, sin contar con Acciona, los principales objetivos de la eléctrica para los próximos años, cuando todavía no estaban aprobados por el Consejo de Administración. Éste fue uno de los asuntos de más tensión entre Enel y Acciona, pero los socios justificaron esta ausencia de acuerdo en la necesidad de cerrar la venta de activos a E.ON y en la creación de la sociedad de renovables. Lo primero ya está hecho y ahora habrá que esperar a ver cómo se dirime el segundo asunto, aunque a priori ninguno de los socios quiere ceder frente al otro. Más aún si se tiene en cuenta que ahora Acciona quiere más poder en esa sociedad, mientras que Enel entiende que hay que ceñirse a lo estipulado firmado en el acuerdo de cogestión de la eléctrica. Por el momento no quieren que transcienda el malestar, pero tampoco se esmeran en ocultar sus discrepancias. Por otro lado, Acciona explicó en una presentación ante analistas que antes de que finalice el año se aprobará un dividendo extraordinario para repartir las plusvalías obtenidas por la venta de activos a E.ON y que alcanzan los 1.000 millones.