El año pasado las dos filiales de la tecnológica aumentaron un 70% el pago por SociedadesLa firma sube un 40% los ingresos declarados en el país, a pesar de facturar gran parte en IrlandaEl toque de atención por parte de la Agencia Tributaria y de la Comisión Europea, después de dos años de investigación y bajo amenaza de multa por elusión fiscal, ha provocado que Apple empiece a pagar más impuestos en España. El gigante tecnológico estadounidense tiene dos filiales en nuestro país -Apple Marketing Iberia y Apple Retail Spain- que, en su conjunto, pagaron el año pasado 6,5 millones de euros en concepto de Impuesto de Sociedades. Es un 71 por ciento más respecto a los 3,8 millones que se pagaron el año anterior. Según las cuentas depositadas por las dos empresas en el Registro Mercantil, la razón está en que Apple ha declarado más ingresos y más beneficios. Y eso a pesar de que no varió durante el año el número de tiendas -cuenta con 11 locales en el mercado español- y a que está perdiendo además cuota de mercado frente a Android. Aunque la compañía, que ha declinado hacer ningún tipo de comentario, sigue facturando gran parte de su negocio en el mercado español a través de la filial irlandesa, sus sociedades Apple Marketing Iberia y Apple Retail Spain han declarado unos ingresos conjuntos en 2015 de 331 millones de euros, lo que supone un 40 por ciento más que un año antes. Más beneficios La consecuencia inmediata es que el beneficio antes de impuestos se ha incrementado también un 55 por ciento, alcanzando al cierre del año la cifra de 14,34 millones de euros. Y en la misma línea, tras el pago al fisco, el resultado neto ha subido hasta 7,8 millones de euros, un 50 por ciento más. De las dos filiales españolas, la más importante es Apple Retail Spain, que suma más del 90 por ciento de los ingresos declarados y que tiene su matriz en Irlanda. Gracias a las ventajas fiscales que ofrece este país -tiene un impuesto de Sociedades del 12,5 por ciento frente al 25 por ciento en España-, el grupo que dirige Tim Cook optó por situar allí Apple Retail Holding, que actúa como cabecera de gran parte del entramado societario en Europa, reduciendo así significativamente su factura fiscal. De hecho, Apple factura desde Irlanda a la filial española los productos que vende aquí. El problema, según lo que está investigando Bruselas, es que esas operaciones podrían estar realizándose a precios muy elevados para que la mayor parte del margen se quedara en la isla. La otra filial española de la empresa de la manzana, Apple Marketing Iberia, depende directamente de la matriz estadounidense, pero su labor pasa únicamente por la prestación de servicios de marketing y su negocio es mucho más pequeño. Investigación en Bruselas La Comisión Europea lleva investigando al fabricante de Iphone y Mac, así como a otras grandes multinacionales norteamericanas, la mayoría del sector tecnológico, desde el año 2014. Bruselas parece dispuesta a endurecer su batalla contra la ingeniería fiscal y la elusión de impuestos, pero aún así todavía no ha fijado ninguna sanción a Apple. A la espera de que se adopte una decisión, según los últimos cálculos realizados por Bloomberg, las maniobras en Irlanda podrían costarle al gigante hasta 8.000 millones de dólares (unos 7.100 millones de euros) en impuestos atrasados. En España, al margen de las inspecciones rutinarias sobre el impuesto de Sociedades, el IVA y el impuesto sobre la renta de no residentes, que se hacen a todas las empresas y que no presuponen que se haya cometido ningún tipo de delito, los inspectores de la Agencia Tributaria mantienen también desde hace tiempo un estrecho cerco sobre las grandes tecnológicas y sus complejos entramados societarios para eludir el pago de impuestos. Los problemas de Apple por la ingeniería financiera que practica para ahorrar impuestos no se limitan únicamente a Europa. La compañía mantiene también un duro pulso con el Gobierno de Estados Unidos por esta misma razón. De hecho, el pasado lunes, con la carrera presidencial norteamericana a pleno gas y sin que esté prevista una reforma del código tributario a corto plazo, el consejero delegado de Apple, Tim Cook, defendió su decisión de mantener más de 200.000 millones de dólares (178.000 millones de euros) fuera del país. Cook advirtió que para repatriar ese dinero, Estados Unidos debe contar antes con una “tasa justa”, porque de lo contrario la oronda caja de efectivo seguirá en el extranjero. Durante una extensa entrevista concedida al Washington Post tras los últimos hitos de la compañía, que incluyen la venta de más de 1.000 millones de sus teléfonos inteligentes o el próximo quinto aniversario desde que Cook tomase las riendas de manos del fallecido Steve Jobs, el directivo habló largo y tendido sobre una decisión que muchos critican como poco patriótica. “La legislación fiscal actual dice que podemos mantener el dinero en Irlanda o traerlo de vuelta y, cuando lo hagamos, pagaremos un 35 por ciento de impuesto federal, más una media ponderada a nivel estatal en los Estados en los que operamos del 5 por ciento, así que es un 40 por ciento”, dijo el máximo responsable del grupo.