La entidad reacciona diez días después al recorte del precio oficial del dineroEl Santander ha reaccionado a la bajada de los tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra con un recorte en la remuneración que ofrece en su producto estrella, la cuenta 1,2,3 en Reino Unido. Diez días después de la decisión del organismo monetario británico para hacer frente al Brexit, el grupo cántabro anunció ayer una modificación de las condiciones que ofrece. En España, continúan siendo las mismas de momento desde su lanzamiento. Los cambios, que entrarán en vigor en noviembre, establecen una única rentabilidad, frente a la horquilla del 1, 2 ó 3 por ciento en función del ahorro acumulado. A partir de entonces, pagará un 1,5 por ciento por saldos de hasta 20.000 libras esterlinas. Esta rentabilidad también la abonará para importes inferiores a 1.000 libras. En un comunicado, la filial del banco español explicó que este recorte de la remuneración a sus clientes obedece a las expectativas que existen sobre la evolución de los tipos de interés, que permanecerán durante un largo periodo en niveles ultrabajos. La entidad también informa que la medida se debe a los elevados costes que está suponiendo el proceso de transformación de la industria financiera en los últimos tiempos. La modificación del rendimiento que ofrece no altera la política de beneficios para los clientes por vinculación, que mantiene las devoluciones del 1, 2 y 3 por ciento, dependiendo de las domiciliaciones de recibos mensuales. El responsable de productos para el segmento minorista de Santander UK, Reza Attar-Zadeh, señaló que el nuevo interés “es muy competitivo”. No obstante, la entidad reconoce que tras estos cambios “algunos clientes pueden necesitar reconsiderar si sus cuentas siguen siendo apropiadas”, por lo que no descarta que se produzcan cierres de las mismas en los próximos meses. El Santander lanzó en 2012 en Reino Unido por primera vez la cuenta 1,2,3 para ganar usuarios y mejorar la rentabilidad de la filial. En 2015 decidió trasladar este producto a España y otros mercados, como Portugal, a pesar de que en Europa los tipos oficiales se encontraban en mínimos históricos.