La causa es el retraso del proyecto por las elecciones en EEUUmadrid. El martes vence el plazo para que Abertis renueve el aval bancario de su oferta sobre la Pensilvania Turnpike, aún pendiente de que el Congreso y el Senado del Estado de Pensilvania den luz verde al cambio legislativo que permita la privatización de la autopista. La vía estadounidense fue adjudicada al consorcio integrado por Abertis (50 por ciento), Citigroup (41,67 por ciento) y Criteria CaixaCorp (8,33 por ciento) para su explotación durante 75 años. El 30 de septiembre vence el aval bancario de la oferta, momento en el que Abertis tendrá que decidir si lo renueva y sigue con la oferta, o si renuncia definitivamente a ella. La compañía ya renovó una vez el aval el pasado 20 de junio. Las elecciones norteamericanas paralizarán la actividad en las cámaras, lo que podría retrasar la decisión de cambio legislativo hasta enero, algo que Abertis estudia si le compensará ya que aseguran en el mercado hay otras posibilidades de inversión. La Pensilvania Turnpike comprende la autopista que desde Philadelphia hacia el oeste enlaza con Pittsburgh y hacia el norte con el eje que conecta las autopistas a Boston, Nueva York y Chicago, con una extensión de 801 kilómetros. En 2006 registró una Intensidad Media Diaria (IMD) de 35.000 vehículos. Los ingresos anuales de la Pensilvania Turnpike superan los 600 millones de dólares.