Nada menos que un 8,26 por ciento ha subido Repsol en la semana. Iberdrola, el segundo mejor valor del Eco10, reflejó una subida del 2,6 por ciento, lo que da idea del excelente comportamiento de la petrolera en una semana en la que el Ibex 35 cedió un 1,47 por ciento. Los motivos, cómo no, hay que buscarlos en el agitado panorama de operaciones corporativas en España, motivadas por la delicada situación financiera de las constructoras. El jueves Repsol se anotó una subida del 4,35 por ciento, impulsada por los rumores de que la francesa TotalFinaElf y la angloholandesa Royal Dutch Shell podrían estar interesadas en el paquete accionarial que Sacyr posee en la compañía, de un 20 por ciento. Repsol, sin embargo, ha asegurado que, oficialmente, no conoce la intención de su accionista de salir de su capital. Además, el proceso de venta podría paralizarse una vez que se ha cerrado otro de los frentes abiertos en Sacyr: la venta de la concesionaria de autopistas Itinere. El próximo miércoles el Consejo de Administración de la constructora se reunirá para, con casi toda probabilidad, aprobar la venta de su filial, por la que han recibido varias ofertas. Eso aliviaría las tensiones financieras de Sacyr y, de paso, reduciría la necesidad de la compañía de buscar otras fuentes de dinero en efectivo.