Una cláusula de esta sociedad bloquea a la italiana para pedir más participaciónmadrid. Gas Natural ha hecho una fuerte apuesta con la compra de Unión Fenosa y ahora quiere hacerse con todo el pastel. Ésta fue la principal reivindicación que transmitieron ayer el presidente y consejero delegado de la gasista, Salvador Gabarró y Rafael Villaseca, respectivamente, a miembros de la Comisión Nacional de la Energía (CNE). Pero a la compañía se le ha presentado un problema: las alianzas internacionales que tiene Fenosa, sobre todo la que mantiene en gas al 50 por ciento con la italiana ENI. En esta joint venture existe una cláusula por la que uno de los socios puede solicitar la toma de control si la otra parte modifica su accionariado. La entrada de Gas Natural en Fenosa ha abierto el melón, pero la gasista no quiere perder posiciones en este terreno y así se lo ha hecho saber a la CNE, que ha mostrado su preocupación sobre qué pasará con esta sociedad ya que hay varios contratos de gas en España que dependen de ella. La gasista detalló al regulador las cláusulas que tiene esta sociedad, después de que los consejeros se quejaran de la escasa información aportada sobre este asunto. Según el contrato, quien pida incrementar su participación puede perder peso al final del proceso, puesto que si el otro socio se niega a ceder el proceso pasa a manos de bancos de negocios y la ventaja la tiene la parte que se ha mantenido pasiva. "Quien dispara puede recibir la bala", explicaron desde Gas Natural al regulador. El grupo quiere mantener ese 50 por ciento que actualmente sigue en manos de Unión Fenosa, pero ya sabe que ENI está interesada en aumentar su participación. Por ello, la gasista se mantendrá a la espera y, a priori, confía en que ENI no pida revisar el contrato porque podría tener las de perder. Según los jurídicos de Gas Natural ninguna de las dos partes se atreverá a revisar el pacto, al igual que ya pasó cuando Florentino Pérez, de ACS, entró en el capital de Unión Fenosa. Esta sociedad de Unión Fenosa y ENI tiene la titularidad de la planta de licuefacción de Damietta, en Egipto, uno de los activos más preciados para Gas Natural en la operación. La empresa dejó claro que, pase lo que pase en este accionariado, los contratos de gas no se verán afectados.