Berlusconi reanuda los contactos con los sindicatos más reacios a aceptar las condiciones de su plan de salvaciónMADRID. Tras días de aparente silencio, en los que Alitalia parecía no tener frenos en su caída en barrena hacia la quiebra, ayer el futuro de la compañía volvió a ser objeto de quinielas. "En las últimas jornadas -explicó el comisario extraordinario de la aeerolínea, Augusto Fantozzi- no he recibido ni siquiera una oferta seria por el conjunto de la compañía", porque la única que llegó tenía como remitente las líneas aéreas venezolanas, es decir, el Gobierno de Hugo Chávez, una hipótesis que Roma ni siquiera quiso tomar en consideración. Sin embargo, ayer volvió a escena la Compagnia Aerea Italiana (CAI), la sociedad de nueva constitución que reune al grupo de empresarios italianos que habían presentado, a finales de agosto, una propuesta para hacerse cargo de Alitalia. A primera hora de la mañana, el presidente de CAI, Roberto Colaninno, y su consejero delegado, Rocco Sabelli, despacharon con los más estrechos colaboradores de Berlusconi. La reunión tuvo carácter reservado, pero fuentes gubernamentales indicaron que "se están dando pasos" hacia una solución de la crisis. A lo largo de la tarde, las declaraciones de casi todos los actores de la negociación se hicieron más optimistas por momentos. Berlusconi dejó entender que la nueva Alitalia tendrá un aliado internacional mucho antes de lo que estaba previsto en un primer momento y, haciendo un guiño a los pilotos -cuyo sindicato es el más reacio a aceptar un acuerdo con CAI- añadió que Lufthansa es la que tiene más papeletas, "aunque -indicó- también British han mostrado su interés". Por su parte, la compañía alemana no confirmó ni desmintió estas circunstancias, aunque calificó de "muy interesante" al mercado transalpino. Air France-KLM, en cambio, pasó de las palabras a los hechos y comunicó oficialmente su interés por Alitalia. El propio Augusto Fantozzi, que en los últimos días ha hecho continuamente gala de prudencia, indicó que, "sin caer en excesos de optimismo, es posible llegar a un acuerdo para salvar Alitalia antes del 30 de septiembre".