El PP, con 23 escaños, se impone al PSOE, que pierde dos y se queda con 20El PSOE perdió ayer un feudo histórico. Entre las sorpresas de la noche electoral, destacó la derrota electoral de los socialistas en Andalucía, que no sólo contribuyó al peor resultado a nivel nacional, sino que puede ser determinante para el futuro político de la presidenta de la Junta andaluza, Susana Díaz, que, tras cuatro victorias consecutivas (europeas de 2014, autonó- micas, locales y generales de 2015), perdió uno de los bastiones socialistas y ve cómo se desinflan sus aspiraciones se saltar a la arena nacional. Con el 99,32 por ciento escrutado, el PP gana las elecciones generales en esa comunidad con 23 escaños de los 61 que estaban en juego en la región, logrando un 33,55 por ciento de los votos y dos escaños más que en las elecciones del 20 de diciembre. El PSOE se queda con 20 escaños y un 31,26 por ciento de las papeletas, dos menos que las pasadas elecciones. Se deja casi 140.000 sufragios. Unidos Podemos, por su parte, alcanzó los 11 escaños en Andalucía con un apoyo del 18,56 por ciento merced a la suma de Izquierda Unida y Podemos, que obtuvo 10 diputados el 20-D. Ciudadanos (C’s) alcanza los 7 escaños -uno menos que en los comicios de diciembre- con un respaldo del 13,58 por ciento de los sufragios. Con el resultado de anoche, los populares recuperan el primer puesto en unas elecciones en Andalucía, algo que no ocurría desde las Generales de 2011, aunque entonces la diferencia fue mayor (33 frente a 25 diputados). La de ayer fue la primera victoria del candidado popular Juan Manuel Moreno desde que asumiera la presidencia del partido en sustitución de Juan Ignacio Zoido. Ante al debilitamiento de Díaz, los resultados de Moreno consolidan su liderazgo en la federación andaluza. Así, la pérdida de la hegemonía de los socialistas en Andalucía, que resta dos de los cinco escaños que se dejó el PSOE, ahonda en el rechazo a una eventual candidatura de Susana Díaz a la secretaría general en el próximo Congreso del PSOE. En clave interna, supone un tanto a favor de Sánchez en su pulso con la lideresa andaluza. Y es que el actual secretario general del PSOE, pese a tocar mínimo histórico, evitó el tan anunciado sorpasso por la izquierda y salvó los muebles en plazas clave como Madrid, donde el PSOE finalmente obtuvo 7 escaños y mejoró en uno los resultados obtenidos en diciembre. Calma en Ferraz Salvo movimientos inesperados, el resultado del 26-J obliga a enterrar el hacha de guerra interna en la casa socialista. La presidenta de la Junta confiaba en que una derrota de Sánchez frente a una nueva victoria socialista en Andalucía, serían el trampolín definitivo a la secretaría general del Partido Socialista, una posibilidad que parece hoy más lejana. De hecho, durante la campaña, Díaz marcó un perfil propio con un enfrentamiento mucho más directo y duro contra Pablo Iglesias y los suyos. Al cierre de esta edición, la única reacción pública de la presidenta andaluza tras conocerse su derrota en Andalucía fue a través de su cuenta de Twitter, en la que se felicitaba por el ascenso del Cádiz CF a Segunda División de la Liga de Fútbol.