bruselas. Después de acribillar el martes el proteccionismo de los poderes públicos españoles en la eléctrica española Endesa, la Comisión Europea ha puesto su punto de mira en otra capital europea sospechosa también de violar el libre mercado: Roma. La víctima es en este caso el grupo español de gestión de autopistas Abertis, que ha chocado con el nacionalismo italiano en su intento de engullir Autostrade.Según fuentes comunitarias consultadas ayer por elEconomista, "no sería ninguna sorpresa" que Bruselas abriera un expediente contra Italia a mediados de octubre por obstaculizar la libre circulación de capitales en la UE y discriminar a Abertis por no ser italiana.Desde primeros de agosto, la Comisión Europea analiza las escaramuzas del Gobierno transalpino contra Abertis.