BILBAO. BBK ve con muy buenos que ACS entre en Iberdrola, beneplácito que se traducirá en que la caja participará, junto con BBVA, en la financiación de la operación. Aún no se ha fijado el reparto de porcentajes, únicamente que el peso que juegue BBVA será superior, ya que la reducida dimensión de BBK no le permite una concentración de riesgos excesiva.El hecho de que BBVA y BBK financien a ACS implica una alianza muy estrecha en el Consejo de Administración de Iberdrola. Si ACS alcanza el diez por ciento, entre los tres grupos controlarán el 23 por ciento de la eléctrica. Vinculación vascaPara BBK, su presencia en el capital de Iberdrola es algo "estratégico", que potenció especialmente desde la fallida opa de Gas Natural sobre Iberdrola, a la que se opuso abiertamente. BBK quiere que se mantenga la vinculación vasca de Iberdrola, dado el peso económico y la actividad añadida que genera el grupo eléctrico para el conjunto de la industria vasca. Por eso, si se pregunta a BBK sobre una fusión Iberdrola-Fenosa, la respuesta es "por ahora no se contempla ese escenario". Y es que es muy diferente buscar mecanismos de estabilidad accionarial para Iberdrola, para inmunizarla frente a posibles opas hostiles, que entrar a valorar una fusión sobre la que aún habría que precisar bastantes aspectos. Aún así, la posición inicial de BBK no es de enfrentamiento. Fuentes de esta entidad recalcan que la entrada de ACS "aporta" estabilidad al accionario de Iberdrola y supone un "mecanismo de defensa" frente a opas hostiles.