Ibarretxe potenciará la formación de grupos internacionales con sede en Euskadibilbao. En el País Vasco se enorgullecen de ser la cuna de importantes multinacionales como BBVA e Iberdrola, que aún mantienen su sede social en Bilbao y generan una importante actividad económica para clientes y proveedores. Otro grande es Mondragón Corporación Cooperativa, que integra filiales tan emblemáticas como Eroski o Fagor, que factura alrededor de 13.000 millones, cuenta con plantilla de más 78.000 personas, repartidas entre sus plantas españolas y 57 filiales industriales diseminadas por 16 países. Son sus nazional txpaeldunak (campeones nacionales). El hecho de que Iberdrola pueda fusionarse con Unión Fenosa y convertirse en la primera compañía eléctrica española es algo que no deja indiferente a la Administración vasca que, por ahora, guarda un escrupuloso silencio. No está claro que la hipotética fusión mantenga la vasquidad del grupo energético resultante. Cómo atraer a más empresasEl Gobierno vasco no quiere perder multinacionales, al contrario, se ha puesto manos a la obra para favorecer la formación de grandes grupos y de que éstos adquieran dimensión internacional para competir en un mundo globalizado. No es sólo un deseo, es uno de los "ejes estratégicos" del nuevo "Plan de Competitividad Empresarial e Innovación Social 2006-2009".El plan dedica un amplio capítulo a "Dimensión y grupos empresariales para competir en la economía global", en el que afirma que actualmente existen 70 "multinacionales vascas", con sede social en Euskadi y filiales en el extranjero. El Ejecutivo de Ibarretxe quiere más, por ello apoyará la consolidación y creación de nuevas "multinacionales" porque su potencial va más allá de la actividad y riqueza que generan directamente, se extiende a toda la cadena de suministro y son determinantes en la cadena de innovación. Para crear estas multinacionales el plan propone respaldar a las empresas en su expansión internacional, promover alianzas y fusiones que permitan generar grupos de mayor dimensión. Se establecen mecanismos de apoyo que van desde el asesoramiento técnico hasta el respaldo financiero. Propone la "creación de un gran fondo de capital riesgo", con participación pública minoritaria y en el que participen empresas e instituciones financieras. En este capítulo se menciona expresamente a las cajas de ahorros vascas. Las multinacionales vascas se plantean también como un antídoto contra las deslocalizaciones. En los últimos meses varias multinacionales que obtenían beneficios en el País Vasco han anunciado su traslado a otros lugares con menores costes y mayores beneficios. El último caso ha sido la británica Reckitt Benckiser, fabricante de productos de limpieza como Colón o Calgonit, que llevará la producción de su fábrica de Vizcaya a Polonia y Portugal, destruyendo 190 puestos de trabajo y toda una red de proveedores y suministradores.