Industria hace un guiño al consumidor y amenaza con impedir aumentos de la factura que no sean "razonables"madrid/Montevideo. En todo este laberinto de opas, contra-opas, toma de posiciones para fusiones en ciernes.., salta un interrogante al aire: ¿y al consumidor, a los millones de españoles que cada mes pagan su factura de la luz, cómo les afecta? El Gobierno dijo ayer que estará vigilante para evitar intentos de sacar del bolsillo de las familias el coste de las operaciones empresariales. Subidas "razonables"Pero el guiño al ciudadano de a pie fue menos amable y directo y se lanzó en forma de advertencia a las compañías energéticas. "Si el precio se excede mucho de lo que es razonable, todo el mundo tiene que tener presente que el Gobierno será estricto a la hora de autorizar incrementos en las tarifas", avisó el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Joan Clos, en declaraciones a la Cadena SER recogidas por las agencias Ep y Efe. Más claro: si intentan trasladar los costes, se quedarán sin el permiso para subir la factura de la luz. En el mensaje de prevención cobra relieve las palabras precio y "razonable". Según Clos, será el que el mercado mundial vea oportuno en función de inputs como el petróleo, y aquí la previsión no es halagüeña. "En la medida de que las fuentes de energía están subiendo con precios muy altos, lógicamente tiene que tener cierta repercusión sobre el precio que afecta al ciudadano". La mala noticia, la dio el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes. A Industria y Economía le gustan los campeones nacionales. Solbes lo confesó el miércoles y, ayer, Clos se congratuló de que existan un grupo de empresas españolas "que se ven fuertes y con coraje" para dar un paso al frente en la futura configuración del mapa energético europeo. Según el ministro, todo el mundo sabe que si quiere estar en ese mercado debe destacarse en alguno de los "cuatro, cinco o seis" operadores que habrá en Europa. "Esto tiene mucho valor y lo apreciamos muy bien", aplaudió.Censura de BruselasEl tema más espinoso para el Ejecutivo es la censura de Bruselas. La Comisión Europea resolvió el martes que las 19 condiciones impuestas por la Comisión Nacional de la Energía (CNE) a la opa de E.ON sobre Endesa eran ilegales.A ojos del Gobierno es una controversia jurídica basada en las interpretaciones que cada parte hace del Derecho comunitario. Solbes explicó a RNE que al Ejecutivo no le interesa enfrentarse con Bruselas, pero sí "defender lo que es la protección de la seguridad de abastecimiento" que pretendía la CNE.Ahora toca analizar el pronunciamiento de la Comisión Europea. Clos advirtió que se agotarán los plazos "para que la respuesta sea lo más pertinente posible" y coincidió con Solbes en que, si no se resuelve el desencuentro, queda expedita la vía judicial.La cuestión más polémica es la ampliación de funciones de la CNE. "Es cierto que este es un punto que puede llegar al final al Tribunal de Justicia porque podemos tener alguna discrepancia con la Comisión que quiere ir más lejos que lo que nosotros creemos que, de acuerdo a la legislación comunitaria, podamos poner en marcha". Son palabras de Solbes.