La firma no ha llegado a un acuerdo para reestructurar 17.000 millones de deudaLa operadora Oi, la principal compañía de telefonía fija del país, ha presentado la mayor solicitud de concurso de acreedores de la historia de Brasil, después de que se haya quedado sin tiempo para reorganizar sus operaciones y reestructurar deuda por valor de 17.000 millones de euros (65.400 millones de reales). La solicitud de Oi, el cuarto proveedor de telefonía móvil de Brasil y de seis de sus filiales, se conoció después de que las negociaciones con los acreedores se estancaron este mes de cara a un pago de bonos de julio. La deuda de Oi supera la cifra alcanzada hasta ahora por una empresa brasileña con solicitud de concurso de acreedores, la petrolera OGX, del millonario Eike Batista, que en 2013 se acogió a la ley de quiebras con 11.200 millones de reales (unos 3.000 millones de euros) de pasivos. Oi llegó a negociar este año un acuerdo con el fondo de inversiones LetterOne, controlado por el millonario ruso Mijail Fridman, para adquirir la también brasileña TIM en un intento de sanear sus finanzas, pero los rusos terminaron desistiendo. Competencia de Telefónica La posible fusión con TIM la habría fortalecido en el mercado móvil y dado condiciones de competir en Brasil en mejores condiciones con Telefónica, que opera bajo la marca Vivo, y la mexicana América Móvil, con su sello Claro, que también ofrecen en el país telefonía fija, telefonía móvil, acceso a internet y televisión por suscripción. La compañía explicó en su comunicado que, si la justicia acepta su petición de acogerse a la ley de quiebras, podrá refinanciar sus deudas y al mismo tiempo garantizar la oferta de los servicios a sus clientes. Según informó la propia compañía, “considerando los desafíos generados por la situación económica financiera de la empresa a la luz del cronograma de vencimiento de sus deudas y las amenazas a sus cofres por inminentes embargos o bloqueos en procesos judiciales, y teniendo en cuenta la necesidad de adoptar de urgencia medidas de protección, la Oi concluyó que la presentación de la petición de recuperación judicial sería la medida más adecuada en este momento”, explicó la empresa en un comunicado. La decisión de solicitar la bancarrota ocurre dos meses después de que Oi y varios acreedores iniciaran negociaciones para reestructurar cerca de 50.000 millones de reales en deuda con bancos y tenedores de bonos (unos 13.000 millones de euros). Las negociaciones se vinieron abajo después de que accionistas clave rechazaran la posibilidad de un acuerdo que reduciría dramáticamente sus participaciones, según Reuters. Oi tiene casi 200 tenedores de deuda diferentes, que van desde Brasil y Estados Unidos a Suiza y Chile.