La operativa bajista seguirá vigente en España. El presidente de la CNMV, Julio Segura, comentó ayer durante la celebración del Foro Iberoamericano de Modelos de Supervisión que "al contrario de lo que sucede en otros mercados, su volumen en España es bastante bajo y además estás ventas están muy penalizadas por lo que no lo consideramos preocupante y no nos planteamos su prohibición". La operativa más común en España (que la realizan principalmente los inversores institucionales) es el préstamo de valores. A través de él, un inversor adquiere los títulos de un valor en poder de otro, de forma temporal y a un precio determinado de recompra posterior, y le paga unos intereses por ello. Como el segundo piensa que esa acción va a caer, la vende en mercado, esperando recomprarla más barata. Luego, cuando se las recompra el primero, gana la diferencia. No obstante, las prohibiciones aprobadas por distintos reguladores están centradas en la venta al descubierto. En lo que difiere del préstamo (además de que pueden realizarlo particulares) es que primero se vende las acciones y después se piden prestadas. Segura reconoció que este tipo de operaciones son las que presentan "un mayor riesgo", pero señaló también que "es una práctica normal de mercado que en situaciones de crisis tiene efectos procíclicos". Según su presidente, la CNMV sólo actuará contra la operativa bajista en el caso de que hubiera una recomendación por parte del CESR, el Comité Europeo de Reguladores de los Mercados, que sí que está analizando la situación. Batería de medidas La SEC ha aprobado un plan que impide operar a unas 800 firmas especializadas en ventas al descubierto, después de una serie de batería de medidas contra este tipo de operativa. Primero, impidió que se realizaran sobre una serie de valores financieros; esta semana la ha extendido a toda la bolsa norteamericana. Mediante esta decisión, la única operativa bajista que se puede realizar con acciones en el mercado norteamericano es si se trata de una cobertura. Esto es, si el inversor tiene acciones en cartera y se coloca a la baja para bloquear las posibles pérdidas. Por ello, deben recomprarlas. Pero no es la única. El jueves, la FSA también la bloqueó en el caso del sector bancario, impidiendo abrir nuevas operativas o ampliar las existentes. A su vez, el regulador británico adelantó que requerirá información sobre las posiciones bajistas que mantengan los inversores cuando equivalgan o superen el 0,25 por ciento del capital. El viernes, se unió a la iniciativa el regulador suizo. Estas medidas no sólo perjudican a los inversores que deseen apostar por el descenso de un valor de forma directa. También, por ejemplo, los que recurran a los CFD (contratos por diferencias) se darán cuenta que no pueden ponerse bajistas con cualquiera de los valores intervenidos. Sí que podrán hacerlo, por ejemplo, sobre cualquier índice bursátil, porque el subyacente es un futuro.