Elevará las provisiones en 4.700 millones para que la cobertura de ‘activos tóxicos’ llegue al 50%Ángel Ron sugiere que otros bancos seguirán sus pasos para cumplir con requisitos regulatoriosEl Popular es el banco con mejor relación entre margen de intereses y activos totales, el que disfruta de un mejor ratio de eficiencia y el que atesora una rentabilidad sobre activos totales más elevada del sector. Pero nada de eso ha impedido que se vea en la necesidad de realizar, por segunda vez en cuatro años, una urgente ampliación de capital por valor de 2.500 millones de euros. Para el presidente del banco, Ángel Ron, poner en marcha la operación es un ejercicio de anticipación, que permitirá reforzar el capital y acelerar las desinversiones en activos improductivos, el talón de Aquiles de la entidad. La cobertura de estos activos, morosos y adjudicados, se sitúa en el 38 por ciento y la entidad planea elevar este porcentaje a final de año hasta el 50 por ciento, muy cerca de la media del sector, lo que conllevará hacer un esfuerzo extra de hasta 4.700 millones en provisiones. “Es probable que cerremos el año con pérdidas”, reconocía ayer Ron, si bien defendía que con la ampliación el banco alcanzará niveles muy altos de capital y solvencia. Estas pérdidas contables suspenderán la distribución de dividendo a sus accionistas, si bien será restablecido “tan pronto como el grupo informe de resultados consolidados trimestrales positivos en 2017”, según explica a la CNMV. Nuevos planes El Popular basaba la ganancia en rentabilidad del banco este año en un plan para deshacerse de 4.000 millones en activos improductivos, más otros 4.000 millones a través de operaciones singulares. Sin embargo, este plan ya no existe. Tras la decisión de apelar al mercado para ingresar 2.505 millones de euros, el banco explicó que ahora tiene otro objetivo, que consiste en reducir en 15.000 millones esos activos que lastran el balance, pero a lo largo de tres años, lo que supondrá recortarlos en un 45 por ciento. Ahora mismo suponen el 13 por ciento de los activos totales y dentro de tres años el objetivo es que se quede en el 6 por ciento. Junto a la subida de la cobertura y la nueva meta en activos improductivos, el banco se impone subir el ROTE, es decir, la rentabilidad de los fondos propios tangibles, del 3 por ciento actual, al 9 por ciento en 2018, para situarlo por encima del coste del capital. La ampliación de capital, según los cálculos del banco, bajará el coste del riesgo, ahora en 117 puntos básicos, a menos de 40 puntos básicos en 2018. Pero el mayor beneficio de la operación anunciada ayer sería la de que el negocio recurrente empezará a imprimir ritmo a los beneficios del banco, si es que el principal objetivo de la operación, el de acelerar la desaparición de activos tóxicos, se consigue. Es el alto porcentaje de ellos en el balance lo que se come los progresos del banco en ingresos, impidiendo cualquier mejora significativa en sus resultados. Presión del mercado Los bancos de inversión llevan meses señalando que el Popular, a pesar de su eficaz modelo de negocio, tiene como mayor debilidad unas provisiones muy por debajo de la media del sector, que podrían poner en duda la resistencia del banco ante un shock adicional. El Popular, por su parte, también lleva meses señalando que se encontraba cómodo con sus niveles de solvencia y actuaba para reducir de forma rápida los activos no rentables de forma adecuada, por lo que una ampliación de capital no entraba en sus planes. Pero más allá de ceder y contentar al mercado, el banco señaló tres motivos para lanzar la operación: el nivel muy bajo o negativo de los tipos de interés que se mantendrá “por un largo periodo de tiempo”, un elevado endeudamiento y una regulación muy intensa. Ese “complejo escenario”, con “condicionantes que se van a intensificar en los próximos meses”, habrían llevado al consejo del banco a tomar la decisión. “Tras un proceso de reflexión largo y después de constatar que hay un apetito inversor por la entidad”, según explicó el presidente del banco. El acopio de nuevos recursos tiene en cuenta el impacto potencial de la reciente circular del Banco de España sobre provisiones, así como los futuros requerimientos de la directiva europea. El Popular, en la documentación remitida a la CNMV, asegura que dispondrá de un mejor margen de maniobra frente a los requerimientos regulatorios futuros y frente a la posibilidad de que se materialicen determinadas incertidumbres. Ese deseo de anticiparse y lanzar la ampliación ahora también tiene que ver con el calendario político del año. Según explicó Ron, el momento es adecuado, entre otras cosas por que después el referéndum del Brexit y las elecciones generales en España podrían introducir volatilidad en el mercado dificultando la operación. El presidente del Popular no descartó que otros competidores sigan sus pasos y anuncien, ante este contexto complicado para el sector, operaciones similares a la suya. El BCE y la EBA durante esta semana sí que insistieron en que entre las soluciones a la falta de rentabilidad de la banca se encuentra la de realizar fusiones. Ron, preguntado sobre si debe avanzar hacia la unión con otra entidad o la ampliación garantiza su independencia, se ha limitado a decir que “nos fortalecemos ante un entorno desafiante, y después ya veremos”. Daniele Nouy, jefa de supervisión del Mecanismo Único de Supervisión, también reclamó a las entidades españolas que aceleraran la salida de activos tóxicos, una de las principales razones que lastran la rentabilidad.