Fenosa-Hidrocantábrico Endesa-Iberdrola, Gas Natural-Iberdrola, Gas Natural-Endesa ...y másmadrid. Fusiones frustradas. Digos y diegos. La liberalización del sector energético español es un cocktail inestable que lleva moviéndose años sin haber ido mucho más allá del un pasito pa'lante, un pasito pa'trás. El único elemento común de los continuos intentos de las compañías por engendrar un formidable campeón nacional que espere bien pertrechado en los Pirineos la llegada de los E.ON de turno, ha sido el constante intervencionismo de los Gobiernos de uno y otro signo. A veces la bandera era proconsumidor, y hacía palidecer la idea de la superenergética española, y otras era el campeón nacional la consigna, aunque eso pusiera en riesgo la competencia interna. Unión Fenosa, que le tira ahora los tejos a Iberdrola, estuvo enamorada de Hidrocantábrico. Corría el año 2000 y no pudo ser. Demasiada concentración, dijo entonces el Gobierno del Partido Popular. Tocaba defensa del consumidor y se dejaron abierta la puerta. Entonces EDP empezó a flirtear con Hidrocantábrico. Cambio de tercio, que la portuguesa seguía participada por el Estado luso. Y final de los que hacen historia: enemigo lejano, une. Y enemigo texano, más. Texas Utilities se quiso llevar a la asturiana y se tuvo que acabar retirando. EDP consiguió a la novia aunque compartida, entre otros, con la gala EDF. El 17 de octubre de ese mismo año se anuncia que llega la madre de todas las fusiones. Los consejos de administración de Endesa e Iberdrola aprueban un proyecto de unión. Comienza a contar el reloj. Paremos: En las alegaciones al Tribunal de Defensa de la Competencia, Gas Natural (personaje al que nos referiremos después) pide que los activos de las desinversiones de la fusionada se vendan por subasta y en un plazo máximo de seis meses. El TDC impone unas duras condiciones, incluidas esas dos. El Gobierno de Aznar mantiene el espíritu de dureza antioperación pero relaja las exigencias, tanto en porcentaje del mercado de generación, distribución y comercialización que pueden controlar juntas, como en el plazo de venta de activos. Aún así, las empresas anulan el proyecto de fusión. Gas Natural, contento. Tres años después no lo estaría tanto. La compañía controlada por La Caixa lanza una opa sobre Iberdrola. La CNE la fulmina alegando un extraño concepto: la irreversibilidad y falta de proporcionalidad de la operación. No se unieron aquí, pero se hicieron muy amigos. Gas Natural lanzó una opa por Endesa en 2005 (aún en el aire). Y pactó una venta de activos a Iberdrola que nada tenía que ver con lo que pidió al TDC en el caso Endesa-Iberdrola. Continuará...