La morosidad sobrepasa el 2 por ciento por primera vez desde hace diez añosmadrid. La entrada de impagos en la banca fue récord en julio. La quiebra de Martinsa-Fadesa y la crisis económica dispararon ese mes los créditos de dudoso cobro y la morosidad en el sector financiero español. Por primera vez en diez años, la tasa de mora (préstamos no pagados en tres meses sobre el total) superó la barrera del 2 por ciento, debido, sobre todo, a la subida que han experimentado las cajas de ahorros. Estas entidades cuentan con un índice del 2,5 por ciento y sus previsiones indican que podría alcanzar el 6 por ciento en 2009. La morosidad de los bancos se situó en el 1,74 por ciento, mientras que la de las cooperativas sobrepasó el 1,8 por ciento. Estas cifras son el triple que doce meses atrás, pero podrían dispararse aún más en el futuro próximo, porque los datos provisionales publicados por el Banco de España reflejan un incremento sustancial en los créditos que acumulan algún retraso y que son calificados de dudoso cobro. Éstos se multiplicaron por tres en julio con respecto a junio y supusieron un cuarto del total acumulado. De los 41.861 millones de euros, 9.578 millones se incluyeron en esta partida ese mes. En junio, el montante ascendió únicamente a 3.221 millones. En este caso, las cajas también son las más afectadas. Sumaron algo más de 5.657 millones de préstamos impagados, el doble, aunque los bancos multiplicaron el importe por más de siete, hasta 3.754 millones. Solvencia Las entidades no ocultan su preocupación por este problema, pero llaman a la calma argumentando que son solventes y que poseen provisiones suficientes para hacer frente al repunte de la morosidad. Fuentes del sector explican que el colchón será suficiente para cubrir hasta una mora de en torno al 5 por ciento. Por encima de este umbral, las compañías financieras tendrán que tirar de los beneficios o de la venta de activos, lo que perjudicará su cuenta de resultados. La morosidad de los siete principales bancos españoles alcanzará el 3,3 por ciento en 2010 debido a la ralentización económica y al aumento del paro, que están provocando un repunte de los impagos, según se desprende de un informe de Credit Suisse publicado ayer. La firma, que centra su análisis en Banco Santander, BBVA, Popular, Banesto, Sabadell, Bankinter y Pastor, considera que la banca española tiene sus necesidades de liquidez cubiertas para el ejercicio en curso. "No creemos que ninguna de las principales entidades tenga necesidades de capital fresco a corto plazo", dice Credit Suisse, si bien matiza que, en general, la liquidez "puede ser una fuente de preocupación en el futuro". Esta situación de debilidad ha limitado la concesión de hipotecas por parte de las entidades. El importe de los créditos para la adquisición de la vivienda creció en julio el 7,9 por ciento, una cifra que supone menos de la mitad del incremento registrado un año antes (18,8 por ciento), lo que confirma la ralentización de la concesión de préstamos ante la falta de confianza. El saldo vivo de las hipotecas concedidas por bancos, cajas y cooperativas de crédito ascendía a 1,084 billones de euros, 79.185 millones más que un año antes. El volumen de los préstamos se mantuvo por encima del billón de euros por séptimo mes consecutivo, aunque el incremento porcentual es cada vez más bajo, una tendencia que acompaña al declive del sector inmobiliario.