EDF Fenice es una de las grandes empresas de eficiencia energética europeas. Con más de 1.900 empleados y la gestión de 80 grandes plantas industriales, la compañía se prepara para un importante desarrollo de su sector en España. Ana Gil Nuño, su nueva directora general ejecutiva en España y Portugal, nos explica los planes de crecimiento previstos para los próximos años. Llegó por fin la trasposición de la directiva de eficiencia energética. ¿Qué cambios supone para su empresa? La obligación de hacer auditorías para las grandes empresas energéticas era una de las cosas que faltaban por trasponer de la directiva de eficiencia energética aprobada en 2012. España iba con retraso. Pensamos que esta directiva supone un importante paso adelante, ya que obliga a las grandes empresas de más de 250 trabajadores o 50 millones de cifra de negocios a realizar una auditoría energética. La auditoría energética es un primer paso, pero a nuestros clientes les ofrecemos ir más allá para mejorar sus consumos. La eficiencia será la protagonista de los próximos años. Lo que puede entenderse para muchas empresas como una obligación, nosotros lo vemos como una oportunidad para hacer un balance y ver cuáles son las medidas de ahorro que se pueden llevar a cabo, identificar los proyectos de eficiencia y reducir verdaderamente la factura energética. ¿Se fijan algún objetivo? Nuestro objetivo es ambicioso. Crecer con dos dígitos, a un ritmo de cerca del 20 por ciento de forma recurrente; tener ingresos de forma sostenible y dejar la actividad regulada aparte y centrarnos en la industria. De aquí a 2020 queremos multiplicar por dos o un poco más la cifra de negocios. Queremos consolidar nuestra actividad en España. 2015 fue el año en el que, tras una dura reforma de la recuperación, demostramos que pese a haber perdido una parte de los contratos que teníamos con la cogeneración, el modelo que hemos comentado ha tenido éxito y ha tenido aceptación, y 2016 tiene que ser el año de la consolidación, del crecimiento y despegue; ese es nuestro objetivo y hay potencial. España es uno de los países que más está creciendo en Europa. Estamos en sectores que son potentes, con referencias de primer nivel y pensamos que hay un marco regulatorio favorable con el desarrollo de proyectos de eficiencia energética. Además, está el fondo nacional de eficiencia que propone ayudas a los clientes que hacen ese tipo de proyectos o están los fondos Feder. Los proyectos se tienen que autofinanciar, pero si además hay una ayuda pues es un plus. Un proyecto que presentamos a nuestros clientes lo hacemos con la base de lo que conocemos, les gestionamos y planteamos la ayuda, pero es sólo un añadido que encima te tramitamos. No es el argumento de venta. Sí viene es un plus, pero de lo contrario tienen que ser proyectos sólidos por ellos mismos. ¿Se puede acceder fácilmente a esas ayudas? Tenemos varias en curso y para decirte la verdad todavía no nos las han dado. El proceso es lento. ¿Cree que hay mucho paracaidista de gente recién llegada? ¿Puede llegar incluso a ser un problema? Tenemos clientes en los que ha habido contra referencias. A mí me dijeron esto y no se ha cumplido. Nosotros tenemos detrás 15 años de experiencia con clientes que firman y vuelven a firmar. Somos independientes de fabricantes. Elegimos la tecnología avanzada pero probada. No hacemos experimentos. Hay un equipo que está al tanto de todos los avances, pero queremos que estén probados. Eso nos diferencia de otras organizaciones que se ponen la etiqueta de eficiencia energética porque está de moda.