Hitachi y Bombardier no presentan ofertas tras la polémica por “discriminación”La pugna por el mayor contrato de la historia de Renfe se queda en Europa. Como si de una semifinal de las Champions se tratase, la francesa Alstom, la alemana Siemens y las españolas Talgo y CAF competirán por hacerse con el macropedido de 30 trenes del operador ferroviario por 2.646 millones de euros. Estas cuatro multinacionales son las que, tras pasar el primer corte, finalmente han presentado sus ofertas antes de las 20:00 horas de ayer, cuando terminaba el plazo para pujar, mientras que Hitachi y Bombardier se retiraron en el último momento. Así, pese a las discrepancias mostradas por Talgo hace unas semanas, la firma ha presentado su oferta. La cotizada envió una carta a la empresa que preside Pablo Vázquez para criticar que los pliegos no benefician a la producción nacional. Por su parte, el fabricante canadiense confirmó a este diario que no ha pujado por el macrocontrato de trenes AVE de Renfe para ser “coherente” con su decisión de impugnar los pliegos ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TARC) por “discriminación” mientras que la firma japonesa finalmente no ha presentado una oferta sin dar explicaciones o mostrar algún descontento. En concreto, Bombardier defiende que las condiciones del concurso son “desproporcionadas, no cumplen con el principio del libre comercio y dificultan la concurrencia de licitantes no financieros”, explican fuentes del sector. El mayor fabricante de material ferroviario, que atraviesa ciertos problemas económicos, está todavía a la espera de que el Tribunal se pronuncie sobre su recurso en el plazo de dos meses, es decir, en julio y, en el caso de que el TARC les dé la razón y se modifiquen los pliegos, algo a lo que Renfe se negó, se presentarán. Un solo ganador La compañía estatal, que adjudicará el contrato a una sola empresa, espera recibir el primer pedido en 2018, a pesar de los retrasos que está sufriendo el concurso y los que todavía puede registrar por la inestabilidad política. Y es que, aunque no hay fecha oficial para abrir las plicas, Renfe espera que se realice en julio, después de las elecciones, y asegura que no se esperará necesariamente a que haya gobierno para adjudicar el contrato. La fecha coincidiría con la posible resolución de la impugnación por parte del Tribunal lo que añade más dudas al futuro de la licitación. En este sentido, algunas fuentes apuntan a que la resolución se podrán retrasar ya que la situación política podría alargar los plazos. Con este macropedido, que Renfe licitó a finales de diciembre, la compañía pretende garantizarse un calendario de incorporación de nuevos trenes para modernizar su parque de vehículos y prepararlo al paulatino aumento de demanda.