Las dos entidades cierran el acuerdo en menos de 48 horas y sin ayuda de la Fedmadrid. "Éste no es el final que imaginaba cuando acepté el cargo". John Thain se convirtió en presidente y consejero delegado de Merrill Lynch a finales del año pasado, en sustitución de un Stan O'Neal que, poco antes de su caída, había comenzado a sondear la posibilidad de una fusión para sortear la profunda crisis que se avecinaba. Thain se convirtió así en el guardián de la independencia que Merrill Lynch había defendido orgullosa durante décadas. En menos de 48 horas, y tras ver en primera línea la caída de Lehman, fue el propio Thain el que movió los hilos para la integración de su entidad en Bank of America a cambio de casi 45.000 millones de dólares. Thain y Ken Lewis, presidente y consejero delegado de Bank of America, lo explicaron ayer. El máximo responsable de Merrill cogió el teléfono el sábado por la mañana, marcó el número de su homólogo y le preguntó directamente, sin rodeos, si estaba interesado en comprar el segundo mayor banco de inversión de Wall Street. La noche anterior, Thain había estado presente en la reunión en la Reserva Federal de Nueva York en la que Henry Paulson y Ben Bernanke, secretario del Tesoro y presidente de la Fed, dejaron claro que no habría dinero público para salvar a Lehman. Thain captó la indirecta y corrió a buscar una solución para Merrill, también con serios problemas derivados de la crisis subprime. Y Lewis, que en sus siete años al frente de Bank of America había cerrado ya cinco grandes operaciones -ver noticia inferior-, no dejó escapar la oportunidad de añadir a sus negocios la pata que le faltaba: una fuerte presencia en Wall Street. "Thain no llamó a nadie más", señaló Lewis, dando idea así de la velocidad con la que se alcanzó el acuerdo. "La operación tiene un enorme sentido estratégico", añadió, y se mostró seguro de que "la nueva entidad será muy fuerte, capaz de sobrevivir a casi todo". De paso, el presidente del nuevo gran líder de las finanzas mundiales aprovechó para sacar pecho. "Yo sabía hace tiempo que las firmas independientes terminarían por ser absorbidas por los grandes bancos comerciales", afirmó, y no tuvo problemas en asegurar que "iba un poco por delante de mi tiempo". También quiso dejar claro que, a pesar de los rumores, las autoridades estadounidenses no están detrás de la operación porque, en su opinión, "Merrill lo habría pasado mal, pero podría haber sobrevivido a la crisis siendo independiente". Lewis insistió en que Bank of America no ha solicitado ninguna ayuda financiera a la Fed ni el Tesoro, aunque reconoció que mantiene frecuentes conversaciones con Paulson. También descartó la posibilidad de que surja en el último momento una oferta rival: "Las condiciones del acuerdo obligarían a que esa oferta fuera muy cara". Bank of America pagará casi 45.000 millones, una fuerte prima respecto a los 26.000 millones que valía Merrill el viernes al cierre de la bolsa. El precio y los activos de riesgo que asume le han costado ya la rebaja de su rating por Standard & Poor's. Ahora toca rentabilizar la operación. Lewis apuntó la posibilidad de recortar el dividendo y señaló que en los próximos meses se buscarán "redundancias" -un eufemismo para evitar mencionar los recortes de personal- con las que recortar gastos. Pero todo eso está todavía en mantillas. En realidad, y como explicó Thain, "ni siquiera hemos tenido tiempo para discutir cuál será mi nuevo rol".