Están diseñados para realizar tareas por su cuenta, sin la ayuda del ser humanoHoy en día las aplicaciones de mensajería están convirtiéndose en uno de los servicios más utilizados por los usuarios de dispositivos móviles. Por esta razón, varios sectores están incorporando estos canales a sus modelos de negocio, un servicio que próximamente no estará controlado por personas, sino por bots, concretamente por chatbots. Pero, ¿qué son exactamente los chatbots y para qué sirven? Un bot es un software de inteligencia artificial diseñado para realizar una serie de tareas por su cuenta y sin la ayuda del ser humano como hacer una reserva en un restaurante, marcar una fecha en el calendario o recoger y mostrar información a los usuarios. El modelo más frecuente es el del chatbot, un robot capaz de simular una conversación con una persona y por ello cada vez están más presentes en las aplicaciones de mensajería. Atención al cliente Los chatbots son utilizados principalmente para llevar a cabo las funciones de atención al cliente, por lo que pueden resolver las necesidades de una persona. Un ejemplo de esta actividad lo aporta la compañía Taco Bell, la cual ha incorporado un chatbot gracias al cual se pueden gestionar los pedidos de comida a través de una conversación con el bot automatizado. De tal forma que cuanto más mejore la tecnología, mejor será el servicio que ofrezca un chatbot llegando a automatizar todo tipo de cosas. En este sentido, tanto editores como apps de mensajería están centrando todos sus esfuerzos en el desarrollo de estos robots capaces de entablar conversaciones con los usuarios. Dos compañías que ya han decidido acoger esta nueva tecnología son el Washington Post y la plataforma Outbrain, los cuales emplearán bots para la distribución de sus contenidos. Estos asistentes cuentan con una serie de características que les permiten actuar como si fueran un ser humano. La primera de ellas tiene que ver con la tecnología de procesamiento del lenguaje natural. Gracias a esto, los bots podrán entender las peticiones realizadas por los internautas de tal manera que no estarán perdidos ante posibles variaciones e interpretaciones que las personas hacen del lenguaje. Otra de las capacidades que define a los chatbots tiene que ver con su facilidad para adquirir nuevos conocimientos. Independientemente del ámbito en el que opere un bot, sus conocimientos sobre el área en cuestión serán básicos, de tal forma que su relación con cada persona será única ya que irá aprendiendo y adaptándose en base a la información que le suministre cada usuario. Esta funcionalidad es posible gracias al desarrollo de la Inteligencia Artificial. De esta forma, ya existen asistentes personales como Siri y Cortana, aunque todavía presentan fallos y tienen mucho que mejorar. Sin embargo, la construcción de esta característica requiere de un gran trabajo puesto que puede generar demasiada autonomía en los bots y al final pueden terminar aprendiendo más de la cuenta. Esto es lo que le sucedió a Tay, el chatbot creado por Microsoft, el cual comenzó a realizar comentarios racistas y misóginos en las redes sociales. Un proceso laborioso Su presencia en la sociedad ya es una realidad y todo apunta a que serán la nueva corriente a tener en cuenta entre las tecnológicas. Sin embargo, estas herramientas pueden ser un arma de doble filo porque pueden provocar el desuso de los servicios que disponen estas compañías ante las prestaciones que ofrecerán los chatbots.