El directivo Michel d'Humieres se queja de las trabas en Cataluña y País Vascomadrid. "Nosotros no pretendemos ganar mercado al pequeño comercio. Nuestra batalla es con El Corte Inglés y las grandes cadenas de hipermercados, como Carrefour". Así de contundente se muestra Michel d'Humieres, el director general en España de Decathlon, la cadena de tiendas deportivas líder en Europa.Propiedad de la familia Mulliez, dueña también de Alcampo, la empresa tiene un ambicioso plan de expansión en el mercado español. "Tenemos ya 52 establecimientos y nuestro objetivo es abrir entre cuatro o cinco tiendas más cada año", dice D'Humieres. ¿Y hasta cuántos es posible? "No hay límite. Tantas como nos dejen", responde, sin pestañear, el directivo.Decathlon abrirá esta semana en San Sebastián de los Reyes (Madrid) la mayor tienda de deportes de toda Europa. Tiene casi 11.000 metros cuadrados y servirá de modelo para otras ciudades. Su objetivo es inaugurar centros similares en Barcelona, Bilbao, Valencia o Sevilla, aunque sabe que no será nada fácil. Según el máximo responsable de la empresa para España, "en Madrid, si tienes un buen proyecto. te dejan sacarlo adelante. Pero en Cataluña o el País Vasco es prácticamente imposible".Demasiado proteccionismoAl igual que ocurre con las cadenas de hipermercados, Decathlon sufre las trabas que, cada vez más, están imponiendo las diferentes comunidades autónomas a la apertura de grandes superficies."Nosotros no vamos a acabar con el pequeño comercio. La gente seguirá comprando el chándal en la tienda de la esquina, pero vendrá también a nuestras tiendas cuando quiera una oferta más variada", insiste D'Humieres.La empresa no entiende, por ejemplo, porque Ikea no tiene prácticamente ningún problema cuando quiere abrir un centro y ellos sí. "Nuestro modelo es el mismo que el suyo. Vendemos productos de calidad a precios muy bajos". Decathlon es una de las cadenas con los precios más agresivos de todo el sector. El año pasado rebajó el coste de sus artículos un 8,5 por ciento de media, y su objetivo es reforzar aún más esta política.Pero, ¿cómo lo logra? La mitad de su mercancía procede de Asia, donde los costes (sobre todo de mano de obra) son más bajos, pero el resto se sigue fabricando en Europa. "El secreto está en que no somos sólo distribuidores, sino que fabricamos un alto porcentaje de nuestros productos y con eso abaratamos mucho los costes" sentencia D'Humieres. La batalla comercial está servida.