El BBVA da un paso más en su deseo de relación con sus clientes, ya no busca sólo una mayor vinculación o fidelidad de los mismos, sino que a lo que aspira ahora es a conquistar su “amor”, como ayer enfatizaron en varias ocasiones el presidente Francisco González y el consejero delegado, Carlos Torres, durante la junta de accionistas celebrada en Bilbao. Ese deseo de que “los clientes nos quieran” es que después “nos recomienden”, dijo González. Todo esto tiene mucho que ver con la transformación digital que está liderando el presidente del banco, con la que pretende anticiparse a los nuevos competidores que acechan al mercado financieros: los operadores tecnológicos tipo Google, Apple, Facebook, firmas que han hecho de las interacciones su plataforma estratégica de expansión y crecimiento de su negocio. En estas plataformas los usuarios habitualmente pulsan el botón “me gustas” o el símbolo “corazón” y además se gustan de “recomendar” todo tipo de cosas a su red de amigos y de relaciones. Torres enfatizó que “la clave para que tengamos un negocio de éxito a largo plazo es, sin duda, tener clientes que nos quieran y nos recomienden”. Por lo visto, ya han tenido su primer éxito al lograr ser el banco “más recomendado” en España. Por lo que se refiere al resto de la junta, que duró tres largas horas, con dos discursos y 16 intervenciones de accionistas con diversos intereses (sindicales, comerciales, ONG, etc) transcurrió con normalidad, sin luces ni sobras. González, reelegido por tres años más, dijo que “ser mayor o ser joven no significa nada” a efectos de gobernanza del banco.