El testaferro de Rato ideó recuperar las pérdidas a través de Zenith y PublicisA 14 kilómetros de Toledo y 90 de Madrid, el hotel que tenía Rodrigo Rato en plena meseta castellanomanchega fue un mar de pérdidas, que dio inicio a la trama de los contratos de Bankia. La empresa bajo la que se gestionó el negocio, Layosalud, estaba administrada por el testaferro de la familia Rato, Miguel Ángel Montero Quevedo, actualmente encausado en el caso que investiga la fortuna personal del expresidente de Bankia. Con la puesta en marcha del hotel en 2008, que contaba con nueve habitaciones y spa, la sociedad perdió 1,8 millones de euros, según las cuentas publicadas en el registro mercantil. Un año después, perdió 1,9 millones de euros; otros 1,3 millones en 2010 y en 2011 llegó a los 2,7 millones de pérdidas. La empresa acumuló en tan sólo cuatro años unos números rojos de 7,7 millones de euros, entrando en concurso de acreedores. Según señala en el sumario del caso Rato la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, “todo parece indicar que para compensar las pérdidas de Rodrigo Rato y el propio Montero en el mencionado hotel, éste último le propuso a Rato facturar una importante cantidad de dinero a una empresa propiedad de Portuondo -Albisa-, la cual recibiría los fondos desde Bankia a través de las empresas de publicidad que ganaron los concursos anteriormente mencionados -Zenith y Publicis- y de las sociedades Lateralmente, Plenamente y 3 Lemon, estas últimas propiedades de Alberto Portuondo y también contratadas por Bankia”. Los pagos de Portuondo El conocido como “comisionista” de Rato, Alberto Portuondo, estaba contratado por Zenith y Publicis para ayudarles a ganar los concursos de publicidad de Bankia por 47 millones de euros, a la par que era asesor de la entidad, y según los testigos, formó parte de la tercia que decidió adjudicar los contratos a ambas empresas. De este modo, Portuondo cobró una comisión de 2,2 millones de euros de las agencias, cuantía que después desvió en parte a las empresas de Rodrigo Rato. El sumario recoge que Albisa, firma de Portuondo, ingresó 845.000 euros entre 2011 y 2012 a Kradonara, empresa del exvicepresidente del Gobierno, desde la que después éste desvió otros 495.000 euros a la sociedad alemana desde la que gestiona su hotel de Berlín. La Guardia Civil da un paso más y señala que hubo más pagos de Portuondo. Concretamente, Albisa pagó también 35.164 euros en 2011 y otros 154.540 euros en 2012 a la empresa Montelayos. Esta firma, domiciliada en la calle Serrano de Madrid, estaba administrada por el testaferro del exbanquero, Miguel Ángel Montero Quevedo. La UCO concluye en su investigación que los tres implicados habrían incurrido en un delito de corrupción en los negocios entre 2011 y 2012, utilizando las empresas de Portuondo como “vehículos” para traspasar activos de Bankia a otra propiedad de Rato y Montero.