Eliminará 9 de los 31 McDonell Douglas que posee y 5 Boeing '717' de Aebalmadrid. Tras el fatal accidente de Barajas, la vida sigue en Spanair. Y la aerolínea propiedad del grupo SAS continúa teniendo en la mesa sus dos principales prioridades para sanear el negocio y volver a la rentabilidad: el expediente de regulación de empleo y la reducción de flota. Mientras que en el terreno laboral han vuelto a reanudar las conversaciones con los sindicatos en la mesa de negociación el recorte de la flota es inminente. El próximo lunes 15 de septiembre se retirarán los ocho primeros aviones de la flota. En concreto, "5 Boeing 717 que opera Aebal y 3 MD, cuya versión (Spanair tiene tres, 82, 83 y 87) todavía no está concretada", aseguran fuentes oficiales de la empresa. En esta primera fase, Aebal dejará de operar vuelos para Spanair y es muy probable que se viese obligada a cerrar su negocio. Los restantes seis MD los retirará el 1 de octubre (cuatro unidades) y los 2 últimos, el 1 de noviembre. Cuando termine la reestructuración, la aerolínea pasará de tener 63 aviones a 48 (el aparato que hace el número quince de los retirados es el del siniestro de Barajas). De esta manera, de los 31 aviones fabricados por McDonell Douglas que hoy operan en su flota, sólo continuarán volando 22. Menos rutas, menos costes Las razones para eliminar estos aviones es la reducción de rutas que ha puesto en marcha Spanair, aproximadamente el 20 por ciento de su red comercial, y el ahorro de costes que busca la compañía. Los MD son aviones con más de quince años de antigüedad y su gasto de combustible por vuelo es como mínimo un veinte por ciento superior al de otros aparatos más modernos de las mismas características. Si el plan de saneamiento de Spanair funciona, la compañía aérea pretende volver a la rentabilidad para el año 2010. Quizá este sea el momento para que la aerolínea vuelva a colgar el cartel del venta. El problema es que para ese año el escenario europeo aéreo habrá cambiado y puede que la aerolínea con sede en Palma de Mallorca no tenga sitio en un gran grupo. Según lo previsto, en ese año Iberia y British Airways tendrían que haber formalizado completamente su fusión por lo que el interés que ha tenido en los últimos meses la empresa presidida por Fernando Conte por Spanair habrá desaparecido.