Diego Torres, el exsocio de Urdangarin en la Instituto Nóos, declaró ayer ante el magistrado que el exasesor de la Casa Real, José Manuel Romero, conde de Fontao, y la Agencia Tributaria supervisaban periódicamente las actividades del Instituto Nóos. Así lo puso de manifiesto a preguntas del fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach, ante quien señaló cómo Romero se reunía de forma habitual con el exsecretario de Nóos, Miguel Tejeiro, para abordar las actividades del Instituto. Torres negó, sin embargo, que a los fondos públicos percibidos se les diese un destino irregular, con la apertura de varias cuentas en Luxemburgo y, de hecho, volvió a hacer hincapié en cómo la Casa Real estaba al corriente de la relación con las instituciones. Torres manifestó también ayer que la noble alemana Corinna Sayn-Wittgenstein, amiga del Rey don Juan Carlos, aconsejó en un correo electrónico crear una estructura financiera para poder cobrar en Londres por la puesta en marcha de distintos proyectos internacionales y “que no se supiera de dónde sale el dinero, con copia al Rey y al jefe de la Casa del Rey”.